Haz click aquí para copiar la URL
Voto de LibertyVallance:
7
Intriga. Romance. Thriller. Drama En 1945, terminada la Segunda Guerra Mundial, Jake Geismar (George Clooney), un corresponsal de guerra norteamericano, vuelve a Berlín para informar sobre la Conferencia de Postdam, que reunirá a Truman, Churchill y Stalin. Al mismo tiempo, se ve envuelto en un turbulento asunto por intentar ayudar a Lena Brandt (Cate Blanchett), una antigua amante, cuyo marido es buscado tanto por los americanos como por los rusos. (FILMAFFINITY)
21 de febrero de 2007
24 de 30 usuarios han encontrado esta crítica útil
Homenaje y experimento, sí; pero también una buena película, que se disfruta y se vive y se siente. Como toda buena película y en especial esas buenas películas clásicas a las que homenajea.

Hay un estudio concienzudo del mejor cine clásico en este "Buen alemán" y una voluntad admirable por beber de esa fuente (difícil encontrar mejores fuentes) para construir algo nuevo y romper con la vulgaridad, la comercialidad y tendencia a la repetición que amenaza al cine contemporáneo.

Soderbergh se sabe la lección de memoria y llena su película de planos, situaciones, guiños y recursos que harán las delicias de los que amamos ese cine que huele a cigarro, ginger ale (o bourbon, no somos sectarios) y canciones lentas muy lentas y viejas muy viejas sonando a lo lejos. La mujer fatal, el hombre desengañado y peleado con el mundo, el cínico, el amigo distanciado, el traidor, y por supuesto el asesino, ninguno de los invitados ha fallado a la cita. Cine de nuestra infancia que debería ser de todas las infancias.

Pero no es verdad, en mi modesta opinión, y digan lo que digan los críticos, que sólo haya formalismo y experimentación. ¿Sentimientos cero?. No es eso lo que yo siento. Es difícil sentir eso con Cate Blanchett llenando la pantalla de esa forma. Excepcional trabajo, recreando el mito de la mujer fatal pero imprimiéndole nuevo carácter, más dolor. Quizá ambién más miseria moral, y más distancia. Está bien George Clooney pero Blanchett se come la pantalla.

La historia se mueve en el terreno fronterizo de dos mundos y dos épocas. El nazismo muerto pero no enterrado, con sus asesinos vendiéndose al mejor postor. Salvar el culo a cambio de un indiscutible talento criminal al servicio de la nueva máquina de matar de la guerra fría. Y el comienzo de la lucha entre la burocracia estalinista, y sus manos manchadas de sangre proletaria, y el imperialismo yanqui (sangriento por genes desde su mismo nacimiento) por hacerse con el nº 1 en el nuevo ranking mundial de cadáveres y guerras ganadas, perdidas o empatadas.

Soderbergh y su guionista, Attanasio, utilizan muchos de los mismos elementos que tan bien sabían emplear esas películas a las que rinden homenaje e incluso introducen algunos nuevos. El resultado, sin llegar a la altura de las mejores de esas obras, alcanza un buen nivel. Mantiene el interés por una trama a veces demasiado dispersa y nos mete dentro de la historia.

¿Qué quieren que les diga? Yo sí siento. Calor y frío, odio y amor, en Blanchett. Amor tambièn, duda, frustración, rabia, solidaridad con Clooney. Traición, cinismo, engaño; muerte, rondando siempre. El monstruo de un mundo en el que nada es lo que parece y los seres humanos sólo somos peones en el juego mortal de poder, beneficios, hegemonía, de los que manejan el cotarro. Un monstruo que existe desde hace siglos y que hoy, con su nueva y reluciente careta global y unipolar, nos sigue jodiendo.
LibertyVallance
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow