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Tajikistan Tajikistan · Demonlandia
Voto de Neathara:
7
Drama Aquejado por una grave enfermedad, el profesor Andrew Crocker-Harris se ve obligado a anunciar su retiro de la docencia. Mientras esto sucede, el profesor de química Frank Hunter sigue manteniendo la oculta relación que sostiene con Millie la esposa del veterano profesor, la cual lo vulnera psicológicamente esperanzada en deshacerse de él definitivamente. Profundos sentimientos empezarán a salir a flote y un drama de alto relieve nos ... [+]
13 de junio de 2010
42 de 50 usuarios han encontrado esta crítica útil
A la mayoría de la gente nos encantan las películas de profesores vitalistas y estupendos que vienen al colegio/instituto/universidad de turno y lo revolucionan todo con sus métodos heterodoxos, puede que sea sobre todo porque estos profesores nunca nos tocan a nosotros.

Pero en contra de esta idealización un poco edulcorada del digno oficio de maestro también el cine ha dejado testimonio y en "La versión Browning" vemos el lado más realista de la balanza: el profesor amargado, seco y aburrido que convierte cualquier cosa que imparta en un suplicio, curiosamente suele coincidir que es el de matemáticas por eso es la asignatura que más odia todo el mundo. Pero este maestro no es el de matemáticas, es el de lenguas clásicas que también se las traen.

El profesor Crooker deja el colegio donde da clases por un problema de salud y desde luego nadie parece lamentarlo. En clase están traduciendo la tragedia de Agamenón y Clitemnestra: hay un alumno que en un momento dado está hablando con otro maestro y le dice que la obra en sí es interesante pero con Crooker no parece más que un montón de palabras griegas juntas. Esto es chocante porque se va descubriendo que el propio Crooker es todo un amante de las obras clásicas. Sin embargo nada es lo que parece y a lo largo de la película se verá el porqué este hombre ha pasado de ser un poeta, un intelectual y un profesor con todas las letras a un hombre muerto por dentro que necesita con urgencia volver a aprender para aprender a enseñar.

La película resulta emotiva por la interpretación de Michael Redgrave y correcta en lo que se refiere a las formas, pero parece que a alguien se le olvidó hacer un guión y simplemente se limitó a rodar una obra de teatro. Demasiado diálogo profuso y explicativo, puertas que se abren y se cierran y cámara estática que se limita a grabar a los personajes mientras hablan. Cine no es enfocar en plano fijo un personaje en el centro de una estancia mientras recita un lucido monólogo en brittish arcaico: eso es teatro inglés.

Vamos, que hay "versión Browning" pero no hay "versión Asquith".

No obstante la obra es suficientemente buena por sí misma y a pesar de lo teatral y del final previsible contiene un puñado de reflexiones preciosas formuladas en un inglés anticuado que da gusto oírlo. El resultado es un disfrute moderado para amantes de los clásicos de factura británica y de obligada reflexión para profesores que hayan olvidado que la enseñanza no es situarse al lado de una pizarra y vomitar una retahíla de conceptos, sino que también es un vehículo para el propio aprendizaje.
Neathara
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