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Tajikistan Tajikistan · Demonlandia
Voto de Neathara:
6
Acción. Intriga. Aventuras Sherlock Holmes y su incondicional compañero Watson, deberán usar su agudeza intelectual y toda clase de recursos y habilidades para enfrentarse a un nuevo enemigo y desenmarañar un complot que podría destruir el país. Adaptación del cómic de Lionel Wigram, que reinventa los personajes de Arthur Conan Doyle, convirtiendo a Sherlock Holmes (Robert Downey Jr.) y al Doctor John Watson (Jude Law) en detectives con habilidades para el boxeo ... [+]
16 de enero de 2010
65 de 88 usuarios han encontrado esta crítica útil
El holmesiano clásico se rasgará las vestiduras, pero lo cierto es que esta nueva adaptación de las aventuras del detective más famoso del mundo no carece de gracia. A nuestro Sherlock le han cambiado la vestimenta y le han camuflado los malos vicios (supongo que el detalle que nuestro héroe se inyectase morfina y cocaína quedaba más políticamente correcto en la literatura del siglo XIX que en el cine del siglo XXI) pero conserva casi intacta la mayor fuerza de su personalidad: toda la película se articula en torno al famoso "Una vez eliminado lo imposible, lo que queda, por improbable que parezca, debe ser la verdad".

Esta nueva aventura narra el encuentro entre el detective y, efectivamente, lo imposible, que ha de transformarse en improbable. Lo imposible es un misterioso lord ocultista de extraños poderes: no resulta difícil reconocer un trasunto del brujo Aleister Crowley y su Golden Dawn (un encuentro que ya propiciaría, antes y mejor, Rodolfo Martínez en su estupenda "Sherlock Holmes y la sabiduría de los muertos). El ritmo arranca frenético, desde la primera imagen de un carruaje atravesando a toda mecha una calle empedrada de Londres, luego se va marchitando hasta llegar a un final mucho más anodino. Los dos principales actores convencen, aunque físicamente no tienen nada que ver con la imagen popular de los personajes. Lestrade, Irene Adler y Mary les secundan con solvencia. Lo que sí es una lástima es que el director no seleccionara a un malvado más adecuado. El intérprete hace tal cual el rídículo y el personaje es lo más risible que he visto en años en materia de malvados. Yo a los señores malignos los respeto pero si entran por mi casa con ese peinado de abuelo de los Monster y ese piño salido para afuera, me matan, sí, pero a risa.

Lo más notable: la progresiva americanización del británico Guy Ritchie. Aquí todo suena un poco a "Piratas del Caribe", otro poco más a "Spiderman", un algo y más allá a "300", esto huele a dinero yanki por los cuatro costados. Y con todo lo bueno también: los efectos digitales que dan vida al Londres de Jack el Destripador están cuidados al milímetro y nos sumergen en las lóbregas calles y en la eterna neblina de la ciudad británica.

La película es un cóctel de elementos de aventuras y humor bien equilibrados y entretetiene lo suficiente como para no darle mucha importancia a que Sherlock se haya convertido en una mezcla entre Stallone y un ninja ni que el prosaico Watson casi le supere en todas las deducciones. Hay que tomárselo un poco como un spin-off gamberro que no compromete el alma del personaje y sin embargo procura un divertimento sin tacha de principio a fin. En un cómputo sincero, diría que merece no más de un cinco. Pero confieso que le subí a seis por el empalmazo que fue escuchar "The Rocky Road to Dublin", cantada por The Dubliners, en la secuencia de boxeo.
Neathara
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