Lo de que no iba a ser una precuela de Alien ya me lo temía. Pero que siendo de Ridley Scott me fuese a decepcionar tanto, me sorprendió. Le ha quitado el primer puesto a Legend en la categoría de películas prescindibles de éste director. Si contar una historia significa lanzar ideas locas, con giros inesperados y absurdos y no darle un final, bueno pues Ridley lo ha hecho, o mejor dicho, Damon Lindelof, que parece ser el artífice de tal despropósito. A mí que esté bien rodada y que visualmente impresione no me interesa en ese sentido. Son cosas distintas. Una cosa es el envoltorio y otra el interior. Aquí directamente no hay interior y si aceptamos que lo haya, es un interior hecho por Iker Jiménez puesto de LSD. La sorpresa final, a lo Lost, nos emplaza a ver la segunda. Yo por lo menos, en el cine NO.
Creo que con ésta película, el trailer honesto de Screen Junkies tiene más razón que nunca: http://www.youtube.com/watch?v=J1xIaXvQG0g