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España España · Barcelona
Voto de Ed Lauter:
5
Documental José María Sanz es Loquillo, genio y figura de la música rock en España con una carrera de 30 años a sus espaldas. Dos metros de altura, un tupé y una chupa de cuero, sustituida con los años por un impecable traje negro, para un icono que siempre lo tuvo claro. “Se buscan rockeros para montar banda de rock. Abstenerse hippies”. Con este anuncio en una tienda de discos comenzaba la leyenda. Desde Los Intocables, su primer grupo, pasando ... [+]
7 de abril de 2014
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Loquillo, leyenda urbana. Carles Prats, 2008. Documental hagiográfico sobre Loquillo, sin duda uno de los personajes básicos de la escena rock española de los últimos 30 años. Personalmente Loquillo me parece un músico (más bien un intérprete, ya que él no compone) sobrevaloradísimo. Un tio que daba la talla por apariencia y actitud como frontman en su época con Trogloditas, pero que como cantante dejaba muchísimo que desear, y cuya personalidad me ha parecido siempre una fachada cimentada en un personaje, el de un rockabilly reconvertido en crooner en el que eligió convertirse un chaval del barrio del Clot de Barcelona. Y eso es algo muy lícito, pero es que a Loquillo NO ME LO CREO. No veo su archifamosa autenticidad por ningún lado. Loquillo es un estereotipo andante, con un discurso cargado de tópicos sonrojantes (la escena que cierra el documental es de no creérselo, digna de un Celebrities, que si hay alguien que se merece uno dedicado, ése es el Loco), una chulería de patio de colegio y una pretenciosidad agotadora en cada frase que suelta. Me parece un personaje con unas ansias de fama y gloria desmesuradas. Durante el documental únicamente le falta decir que inventó la penicilina y la electricidad. Porque todo lo demás fue cosa suya, el primero en todo. No obstante, pese a su constante autoafirmación putoamística en cada una de sus declaraciones, se le nota a lo largo del documental un poso de amargura por no haber conseguido una mayor consideración popular. Muy cansino el hombre, sobre todo para ser tan chulo como dice ser.

¿Que por qué he visto entonces el documental? Porque me parecía la oportunidad definitiva de conocer la carrera completa de Loquillo y sobre todo verle hablar sobre sí mismo una vez más, un espectáculo cómico de primer nivel. Por cierto, no sé si soy el único al que le parece que a este hombre, a quien él mismo y otros en el documental definen como "poeta", le cuesta un huevo expresarse con claridad fuera del escenario, con una alarmante incapacidad para estructurar su discurso con cierto orden y un vocabulario variado. Es que oyes hablar a Sabino Méndez o a Gabriel Sopeña, o al propio Carlos Segarra de Rebeldes, y ésos sí me parecen tios con un cerebro debajo del tupé. Da la sensación de que Loquillo necesita tirar de topicazos para poner palabras a lo que quiere decir, casi siempre tratando de epatar.

Sigo en "spoiler".
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Ed Lauter
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