Todos sabemos la fama de chulos que tienen los italianos. Solo hay que fijarse en el portero Buffon y el kilo de gomina que adorna y da brillo y esplendor a su pelo.

El colmo de la chulería italiana es Accattone, un chuloputas que se dedica a explotar a las mujeres (no hace falta que exlique mas, lo vemos todos los viernes en Callejeros).

Para Accattone la escala de la dignidad sería algo así:

-Chuloputear: El mejor "oficio" para no morirse de hambre, llenarse de oro y vaguear con los amigos.

-Robar: Exige demasiado movimiento y trabajar con las manos.

-Trabajar: Ser medio esclavo del jefe por un sueldo mínimo.


Las circunstancias le irán haciendo bajar peldaños hasta llegar a darse de bruces con todos los escalones dejándose los dientes.

Y al igual que a Buffon en la Eurocopa España le hizo comerse su orgullo y su chulería italiana, la vida en los suburbios hará que Accattone se coma el suyo también con patatas y sin rechistar y con Bach sonando de fondo.