Prueba de la perturbación que provoca el dolor de la perdida de un ser querido, que se torna en las ansias de venganza de un hombre honrado y tranquilo, que ha visto como la guerra le ha arrebatado lo más preciado, su familia.
La violencia y el dolor hacen acto de presencia en la vida apacible de un doctor, cuando un grupo de soldados decide pasárselo bien a costa de gente indefensa, eso dará paso a un enfrentamiento desigualado entre un solo hombre y todo un pelotón de soldados, en el que el ingenio y un viejo fusil serán todas sus armas.
El esquema argumental de la película alterna vivencias del pasado del protagonista, con los sucesos dolorosos que le han conducido a vengarse de los responsables que acabaron con su familia, logrando presentar los sentimientos profundos del protagonista.
Dentro del mundo de violencia que presenta la trama, destaca la calida y sencilla banda sonora, que sirve de contraste ante tanto dolor.
Cuenta con la fugaz presencia de Romy Schneider como mujer del protagonista y sin duda, por encima de todo, la plausible interpretación de Philippe Noiret, que a través de su apariencia calmada y pacifica, consigue resultar convincente en un personaje que busca venganza, plasmando en un instante la locura transitoria que ha sufrido su personaje, con un solo parpadeo, sublime.