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Voto de Dora:
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6,2
789
Drama. Romance
Madame de La Pommeraye (Cécile de France) se retira de su reclusión debido a la muerte de su marido, siendo seducida por el Marqués de Arcis (Edouard Baer). Cuando su romance con el lujurioso marqués da un giro inesperado, la rica viuda trama un plan para vengarse con la ayuda de una joven (Alice Isaaz).
29 de marzo de 2019
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
El título de la pelicula es una curiosidad porque no se refiere a la protagonista principal.
El argumento se basa en un episodio de la novela de Denis Diderot, Jacques el fatalista y su maestro, publicada a fines del siglo XVIII. Madame de La Pommeraye quiere vengarse del Marquis des Arcis, porque un tiempo después de haberla conquistado el Marquis decide terminar la relación proponiéndole continuar siendo solamente amigos. Madame urde su venganza mediante la manipulación de dos mujeres, Madame y Mademoiselle de Joncquieres, madre e hija respectivamente, quienes por haber caído en desgracia practican la prostitución para mantenerse. Entre los personajes principales cabe agregar a Lucienne, una amiga de M. de La Pommeraye y del Marquis.
La historia es aparentemente sencilla, pero el análisis de las motivaciones y de los procederes de sus protagonistas promueve reflexiones que desarrollo en la zona spoiler.
Entre los méritos de esta producción cabe señalar que todos los actores están muy bien en sus papeles, cumpliendo sus roles con sobriedad y expresando muy bien en cada caso sus sentimientos, sean nobles o pérfidos. Las escenas de exteriores, varias filmadas en el Parque de Marly-le-Roi (Francia) son bellísimas.
El vestuario es maravilloso, así como sus accesorios. Se destacan particularmente los suntuosos trajes lucidos por Cécile De France (quien los realza con su porte y belleza) en su rol de Madame de Pommeray. No solamente el diseño de la ropa es elegante y las telas son finísimas, sino que como fue señalado por otros críticos, los colores guardan relación con los sentimientos que va experimentando Madame: tonos pastel en la época del romance, luego viene el rojo de la pasión y finalmente el amarillo de la ira y el despecho.
Lamentablemente abundan los diálogos extensos y muy literarios, tal vez tomados fielmente de la novela original. El lenguaje es tan florido que aburre y desvía la atención. Sentí como si en una pelicula sobre El Quijote los parlamentos tuvieran las expresiones y las formas del castellano antiguo. Considero que este punto flojo de la producción le quita interés al visonado del film
El argumento se basa en un episodio de la novela de Denis Diderot, Jacques el fatalista y su maestro, publicada a fines del siglo XVIII. Madame de La Pommeraye quiere vengarse del Marquis des Arcis, porque un tiempo después de haberla conquistado el Marquis decide terminar la relación proponiéndole continuar siendo solamente amigos. Madame urde su venganza mediante la manipulación de dos mujeres, Madame y Mademoiselle de Joncquieres, madre e hija respectivamente, quienes por haber caído en desgracia practican la prostitución para mantenerse. Entre los personajes principales cabe agregar a Lucienne, una amiga de M. de La Pommeraye y del Marquis.
La historia es aparentemente sencilla, pero el análisis de las motivaciones y de los procederes de sus protagonistas promueve reflexiones que desarrollo en la zona spoiler.
Entre los méritos de esta producción cabe señalar que todos los actores están muy bien en sus papeles, cumpliendo sus roles con sobriedad y expresando muy bien en cada caso sus sentimientos, sean nobles o pérfidos. Las escenas de exteriores, varias filmadas en el Parque de Marly-le-Roi (Francia) son bellísimas.
El vestuario es maravilloso, así como sus accesorios. Se destacan particularmente los suntuosos trajes lucidos por Cécile De France (quien los realza con su porte y belleza) en su rol de Madame de Pommeray. No solamente el diseño de la ropa es elegante y las telas son finísimas, sino que como fue señalado por otros críticos, los colores guardan relación con los sentimientos que va experimentando Madame: tonos pastel en la época del romance, luego viene el rojo de la pasión y finalmente el amarillo de la ira y el despecho.
Lamentablemente abundan los diálogos extensos y muy literarios, tal vez tomados fielmente de la novela original. El lenguaje es tan florido que aburre y desvía la atención. Sentí como si en una pelicula sobre El Quijote los parlamentos tuvieran las expresiones y las formas del castellano antiguo. Considero que este punto flojo de la producción le quita interés al visonado del film
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Con una mirada ligera y por la influencia de su aparente fragilidad, se podría considerar que Madame de Pommeray es merecedora de conmiseración por sus infortunios amorosos. Sin embargo su proceder demuestra su falta de valores:
- es hipócrita con su mejor amiga, ocultándole que se siente despechada.
- justifica su accionar con la frase "Si ninguna alma justa intenta corregir el comportamiento de los hombres, ¿como esperar una sociedad mejor?". O sea que con la excusa de contribuir al bien común, se atribuye el derecho a juzgar el comportamiento de los demás de acuerdo a su punto de vista personal y de hacer justicia por su propia mano
- como instrumento de su venganza utiliza a dos mujeres vulnerables y en inferioridad de condiciones, a quienes manipula y degrada sin consideración alguna, demostrando así crueldad e indiferencia hacia el sufrimiento del prójimo.
Por otro lado tenemos a Mademoiselle de Joncquieres que aún "sumida en el barro", según los cánones y expresiones de la época, demuestra tener mayor conciencia y dignidad que la aristócrata Madame de Pommeray.
Es apreciable que de acuerdo a su pensamiento de avanzada para su época, Diderot posicione a M. de Joncquieres en un punto más alto desde el punto de vista ético que a M. de Pommeray, considerando que cuando publicó su libro los aristócratas y la realeza eran intocables debido a su poderío y a la concepción vigente sobre las clases sociales.
Como una especie de moraleja queda claro que la venganza causa perjuicio sobre quien se ejerce pero también afecta al vengador, siendo mejor el perdón que la venganza.
- es hipócrita con su mejor amiga, ocultándole que se siente despechada.
- justifica su accionar con la frase "Si ninguna alma justa intenta corregir el comportamiento de los hombres, ¿como esperar una sociedad mejor?". O sea que con la excusa de contribuir al bien común, se atribuye el derecho a juzgar el comportamiento de los demás de acuerdo a su punto de vista personal y de hacer justicia por su propia mano
- como instrumento de su venganza utiliza a dos mujeres vulnerables y en inferioridad de condiciones, a quienes manipula y degrada sin consideración alguna, demostrando así crueldad e indiferencia hacia el sufrimiento del prójimo.
Por otro lado tenemos a Mademoiselle de Joncquieres que aún "sumida en el barro", según los cánones y expresiones de la época, demuestra tener mayor conciencia y dignidad que la aristócrata Madame de Pommeray.
Es apreciable que de acuerdo a su pensamiento de avanzada para su época, Diderot posicione a M. de Joncquieres en un punto más alto desde el punto de vista ético que a M. de Pommeray, considerando que cuando publicó su libro los aristócratas y la realeza eran intocables debido a su poderío y a la concepción vigente sobre las clases sociales.
Como una especie de moraleja queda claro que la venganza causa perjuicio sobre quien se ejerce pero también afecta al vengador, siendo mejor el perdón que la venganza.