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Argentina Argentina · S. C. de Bariloche
Voto de Dora:
5
Drama El pintor holandés post-impresionista, Van Gogh (Willem Dafoe), se mudó en 1886 a Francia, donde vivió un tiempo conociendo a miembros de la vanguardia incluyendo a Paul Gauguin (Oscar Isaac). Una época en la que pintó las obras maestras espectaculares que son reconocibles en todo el mundo hoy en día.
18 de marzo de 2019
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Además de la extraordinaria "Loving Vincent" de 2017, he visto cuatro películas sobre Van Gogh, realizadas en 1956, 1990 y 1991, cada una con distintos enfoques sobre los aspectos biográficos y la obra de este artista, y centradas en distintas etapas de su vida. Todas ellas me parecen superiores a la película objeto de esta crítica, incluso la producción de 1991, dirigida por Maurice Pialat, a pesar de haberle encontrado tres evidentes errores de edición.
"Van Gogh en la puerta de la eternidad" no aporta nada a quienes conocen la vida y la obra de Van Gogh y muy poco a quienes no la conocen. La historia comienza cuando el pintor se encuentra en París, sigue con su paso por Arles y St. Remy de Provence y termina con su muerte en Auvers-sur-Oise. Los hechos que acontecen y afectan su vida en cada lugar están tan recortados y desilvanados, que sus causas y consecuencias son imposibles de apreciar por quienes no los conocen de antemano. Así, son dejadas de lado y/o desaprovechadas circunstancias movilizadoras como fuente de reflexiones y de emociones. Por ejemplo la relación entre Vincent y su hermano Theo, que fue determinante en su vida, se muestra de manera muy superficial. Hasta el episodio de su muerte está tratado sin profundidad, dando por sentado una verdad hasta ahora no probada.
El valor estético de las imágenes de las locaciones y de los cuadros de Van Gogh es menoscabado por el movimiento continuo de las cámaras, al punto de parecer que la acción se desarrolla en un barco navegando sobre aguas con oleaje; no es exagerado decir que esta sensación puede llegar a marear.
Como aspectos positivos rescato el profundo y conmovedor diálogo entre Van Gogh y un sacerdote y la actuación de W. Dafoe, así como su caracterización. Su cara, la expresión de su mirada y su vestimenta reproducen fielmente las imágenes de los autorretratos de este degraciado y maravilloso pintor.
Como digo en el título, esperaba algo más
Dora
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