Trataré de ser lo más claro, conciso, directo y preciso con mi crítica. Cojan a doce grandes actores y colóquenlos en una sala con una gran mesa y que cada uno de ellos disponga de una silla. Haga que los actores sigan uno de los guiones más inteligentes y mejor escritos de la historia del cine y haga que sean dirigidos por uno de los mejores directores que nos ha otorgado el cine: Sidney Lumet (increíble debut del cineasta en esta cinta). ¿El resultado? Una pieza clave del séptimo arte que desprende olor a obra maestra por los cuatro costados. Uno de los filmes mejor realizados de la historia del cine. No existe la perfección, pero sin ninguna duda, hay un puñado de películas que se acercan a ella y esta cinta es una de ellas. Sencilla y deslumbrante. No puedo aclarar nada más de la película, tienen que verla y valorarla ustedes mísmos.