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Andorra Andorra · Andorra la Vella
Voto de directorscut:
9
Intriga. Drama Noviembre de 1932. Godsford Park es la magnífica mansión campestre a la que Sir William McCordle y su esposa Lady Sylvia invitan a familiares y amigos para una partida de caza. Los invitados son muy dispares: una condesa, un héroe de la Primera Guerra Mundial, el ídolo de masas Ivor Novello, y un productor de cine norteamericano. Mientras los invitados ocupan las lujosas habitaciones de arriba, sus criados conviven abajo con la ... [+]
8 de diciembre de 2009
12 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
Robert Altman no pudo ir más en serio con el mundo de la servidumbre, de una manera u otra el director de “Vidas Cruzadas” se convierte en nuestro propio sirviente y nos prepara un manjar tan suculento como especial. El cineasta no se anda con chiquitas, y bien podría decirse que estamos ante una de sus obras más cuidadas de toda su carrera. El mimo y cuidado por el detalle es localizable en cada habitación o rincón de esa preciosa mansión donde sus dueños invitan a unos cuantos amigos y familiares para llevar a cabo una caza. Pero lo que en un principio se espera que sea un agradable encuentro, se acaba convirtiendo en toda una odisea de maquinaciones, desengaños, infidelidades, traiciones. Todos los cubiertos son puestos en la mesa para preparar un complejo y habilidoso juego donde cada uno juega su papel con una máscara. Lo que queda claro al poco tiempo de que dé comienzo la velada de Altman es que nadie es quien dice ser.

Sí hay algo por lo que destaca “Gosford Park” des de su inicio es su extraordinaria y meritoria ambientación. El director consigue que nos adentremos en su mansión de campo, donde somos testigos del trato que reciben sus huéspedes, tanto por parte de los afortunados como para sus sirvientes. Altman crea una enorme yuxtaposición donde vemos la vida y trato de los sirvientes tan contrapuesta a la de sus anfitriones y adinerados dueños. No solo nos expone las vivencias tan contradictorias de ambos bandos, también hay cabida para manifestar odio hacia los hipócritas invitados llenos de dinero en los bolsillos, des de una premisa tan original como crudamente cierta. El director no tiene reparo alguno en mostrar el aprovechamiento que hacen los de la clase alta a sus sirvientes, con caprichos desorbitados, estúpidos e imposibles. Pero por desgracia, al criado no le queda otra cosa que callarse y hacer lo que se le pide.

A través de este atractivo y poco explotado contexto en el cine, Altman nos invita a jugar al Cluedo desentrañando la identidad de un asesino que le ha quitado la vida al anfitrión de la casa. El director juega a una larga cadena de enredos donde todos tienen algo que decir, incluso los más alejados de toda la situación. Esto da lugar a abundantes y frecuentes giros en su guión, sus personajes se van rebelando y todos tienen algo que decir. Nadie está completamente limpio de esta larga cadena de desengaños tan bien construida e hilvanada. El film tiene un aura muy cuidada y especial durante todo su desarrollo, unidos a un progreso narrativo lento, pausado y de lo más inquietante e interesante. El resultado es el de un film rabiosamente atractivo en todos sus aspectos. Sin duda, “Gosford Park” es el plato especial del día.

Por cierto, su reparto es espléndido, tan exquisito como todo el resto del film.
directorscut
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