No entiendo cómo se puede decir que esta película no entretiene, pese a que es verdad que tiene algunos aspectos poco creíbles o inverosímiles en el guión (ver spoiler 1). Yo fui capaz de aguantarla bien en una sala en la que apenas se notaba el aire acondicionado (debía de ser para ambientar al espectador en los climas cálidos de los lugares donde transcurre).
Con un muy buen trío de actores protagonistas, encabezados por Luis Tosar (aunque aquí tenga un look acorde con su "modus operandi") y Rodrigo de la Serna (el cual me sorprendió en "Cien años de perdón", también con Tosar), - y a los que da la réplica la atractiva Stephanie Cayo, un grato descubrimiento y muy seductora -, el punto fuerte de la película, en mi opinión, es cada contexto que preparan a conciencia los estafadores para manipular a su antojo a sus "primos" e intentar cazar al "mirlo blanco" de a bordo (ver spoiler 2).
La escenografía es ya de por sí un crucero, y la trama va adquiriendo interés, si bien no es una comedia en la que te reirás a carcajadas, sino más bien un thriller con tintes de humor negro.
Los secundarios están acertados, aunque el trailer con mi amigo Jorge Asín diciendo que "hay que parar el barco" sea más efectista de lo que luego sucede en esa escena.
Creo que supera correctamente el handicap de la risa continua y la duración más larga que una comedia al uso, por un entrenimiento que nos hará olvidar nuestros problemas mientras estemos allí, como dice Clayderman (aunque eso de que es mejor que el original...) y, sobre todo, una reflexión de si el dinero puede ser tan peligroso como para que ponga en alerta a quien lo posee.
Especial atención al final, ya que todo el mundo espera que el argumento transcurra en la actualidad. Uno de los mayores aciertos del guión.
Mi nota: 7,5