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España España · Torrevieja
Voto de Yerro:
10
Drama. Romance. Bélico A punto de terminar la I Guerra Mundial (1914-1918), Mathilde recibe la noticia de que su prometido es uno de los cinco soldados que, tras haber sido sometidos a un consejo de guerra, han sido enviados a la tierra de nadie que hay entre el ejército francés y el alemán, lo cual supone una muerte casi segura. A pesar de todo, emprende un duro viaje para conocer el destino de su prometido y, aunque las noticias que va recibiendo son ... [+]
22 de abril de 2008
107 de 113 usuarios han encontrado esta crítica útil
Empezamos por el principio, busquemos un adjetivo para definirlo como se merece... seductor!! enormemente seductor, al igual que la voz de Leonor Watling a la hora de narrar. Si eres capaz de apagar el televisor y dejar de ver la película despues de ver los primeros 30 segundos de ésta es que tienes aluminio en las venas.

Por otro lado, la trama es complicada de seguir, mucho nombre francés, mucho dato, pero si tienes el mando a mano y de vez en cuando rebobinas para quedarte bien con lo que han dicho da igual, sigue siendo un poco laberíntico, pero es que eso no es lo principal de una producción que destila belleza por los cuatro costados, y es que se trata de poesía visual, una
sinfonía de colores que te sumerge en un paraíso onírico ante el cual es prácticamente imposible permanecer ajeno, la armonía de sus formas es sencillamente obra de un artista.

Aun así, la trama conserva vital importancia y resulta encantador el revuelto de flashbacks con el que juega, los detalles aparentemente mundanos convertidos en piezas clave, una música que pone los pelos de punta, así como la narración que unida a la belleza visual del filme forman un conglomerado digno de un 10, lo que hace que me pregunte porqué demonios le he puesto un 9...

Respecto al parecido con Amelie, pienso que son dos películas que no llegan a ser contrapuestas, pero cuyas diferencias las hacen totalmente independientes la una de la otra, y es que el personaje de Mathilde, mucho más humano, juega con la esperanza y la fe ciega, mientras que Amelie, (como diría Willie Wonka) simplemente es feliz de estar ahí. ^^

Y acabemos con el final... señores, que final, amo los finales abiertos, amo esa puerta a la imaginación, amo acostarme imaginando como continúa la historia y recrearla en mi cabeza y amo las cosas que me hacen feliz. Y películas como estas suponen un chute de endorfinas que cualquier cerebro agradece.
Yerro
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