La historia de las tres protagonistas, de las que se presentan trazos, como si por momentos la película quisiera profundizar en los personajes y vendernos que estamos ante una película que cuenta el viaje personal de cada una. Pero se desdibuja por lo mal contada que está la historia, donde el director no parece saber qué quiere contarnos.

Dani Rovira, totalmente innecesario como prescindible, su personaje no hace gracia alguna, no se gana la simpatía del espectador, es plano a rabiar y apenas aporta nada.

Y la historia absurda, desde ese momento en el que el personaje de Machí se entera de que su hija ha muerto, y nosotros de que tenía una hija, porque hasta ese momento no sabemos nada y nada se nos cuenta (como que quería adoptar a una niña vietnamita, o que no tenía pareja).
Las cosas van sucediendo porque sí, con momentos de supuesto dramatismo, intercalado con momentos de ¿comedia? con chistes facilones y absurdos, con los tres personajes protagonistas sobreactuados (en especial el de Ozores).