Media votos
8,0
Votos
634
Críticas
3
Listas
2
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de rellampec:
10
6,7
64.770
Fantástico. Aventuras. Acción
"El Hobbit: La Desolación de Smaug" continua la aventura de Bilbo Bolsón en su viaje con el mago Gandalf y trece enanos liderados por Thorin Escudo de Roble en una búsqueda épica para reclamar el reino enano de Erebor. En su camino toparán con multitud de peligros y harán frente al temible dragón Smaug. (FILMAFFINITY)
28 de mayo de 2014
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Muy entretenida y bien conseguida versión de esta etapa del viaje.
Todos los personajes están bien caracterizados, y la trama se desarrolla de manera completamente coherente.
Siendo el Hobbit un libro altamente descriptivo, en esta versión se consigue poner énfasis en la acción, con retoques de humor que dan muestra de la personalidad de los enanos.
En todo momento se comprende qué hace un hobbit entre 12 enanos, cuál es su papel en esta historia, y qué lo hace diferente de los demás en el grupo. La sabiduría de Gandalf se muestra en su medida justa (siempre con sus discretos 'más a allá', que solo comparte en el momento oportuno).
La rivalidad entre enanos y elfos toma cuerpo de realidades históricas de la Tierra Media que ahondaron en la desconfianza, y dónde la refinada 'soberbia' e incomprensión de unos (elfos) se vuelve áspera y punzante ante la testarudez y orgullo de los otros (enanos).
Las escenas con el dragón no tienen desperdicio. Tanto es así que solo por ello sería una lástima perderse esta película.
Con un final que marca el inicio de otra etapa, a la vista queda saber cómo se desarrollará la tercera entrega.
Todos los personajes están bien caracterizados, y la trama se desarrolla de manera completamente coherente.
Siendo el Hobbit un libro altamente descriptivo, en esta versión se consigue poner énfasis en la acción, con retoques de humor que dan muestra de la personalidad de los enanos.
En todo momento se comprende qué hace un hobbit entre 12 enanos, cuál es su papel en esta historia, y qué lo hace diferente de los demás en el grupo. La sabiduría de Gandalf se muestra en su medida justa (siempre con sus discretos 'más a allá', que solo comparte en el momento oportuno).
La rivalidad entre enanos y elfos toma cuerpo de realidades históricas de la Tierra Media que ahondaron en la desconfianza, y dónde la refinada 'soberbia' e incomprensión de unos (elfos) se vuelve áspera y punzante ante la testarudez y orgullo de los otros (enanos).
Las escenas con el dragón no tienen desperdicio. Tanto es así que solo por ello sería una lástima perderse esta película.
Con un final que marca el inicio de otra etapa, a la vista queda saber cómo se desarrollará la tercera entrega.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Impresionante y bien conseguido.
Cada etapa del viaje mostrada en esta entrega goza del tiempo que hay que dedicarle.
La escena de la cabaña de Beorn, y su inesperada hospitalidad, llega a su momento culmine cuando Beorn muestra su desagrado por los enanos, pero de repente les dice que les ayudará.
La forma en que va creciendo el Nigromante y la transformación del Bosque Negro da signos de un poder oculto que busca su momento para darse a conocer (anticipación de Sauron muy bien conseguida; incluso mejor que en libro).
En la gran saga de la Tierra Media (incluyendo El Señor de los Anillos) se dan por fin detalles claros de qué motivos se esconden detrás de la rivalidad entre elfos y enanos. Su antigua alianza se vino abajo con la llega del dragón. Pero el dragón fue llamado por la misma codicia que los enanos no supieron moderar. Los elfos del Bosque Negro, menos sabios, se habían aliado con el Rey enano de Erebor en interés por sus riquezas, y en el momento en que los enanos se encontraron 'desahuciados' por el dragón Smaug, los elfos no les ofrecieron ni el trato ni la más mínima ayuda.
La realidad que se vive en la Ciudad del Lago está muy bien reflejada, así como las relaciones internas entre sus principales personajes, y el papel que desarrollaron y desarrollarán en toda la trama.
A la llegada del último rayo de luz del día de Durin, el desanimo, el carácter pasional de los enanos, y su poco espíritu analítico, harán notar la relevancia clave de la presencia de un hobbit en el grupo. La cautela de Bilbo, así como una paciente curiosidad, le harán presenciar la aparición de la última luz lunar del día señalado por el mito (interesante tropezón con la llave).
El enfrentamiento de Gandalf con el Nigromante está más bien conseguido que en el libro.
La llegada de Bilbo a la cámara del tesoro es la escena de misterio, intriga más bien conseguido que he visto en años, a tenor de como se desarrollan luego los hechos. De una situación en la que todo ese oro parece alcanzable y, por fin, al abasto, se cambia radicalmente a otra en la que se está convirtiendo en un vulgar ladrón de un receloso y descomunal dragón de fuego. Cuando Smaug despierta de su aletargado sueño y empieza a jugar con las palabras para sonsacarle información, Bilbo se percata de que su única salida es jugar con la curiosidad del dragón. La escena en que el dragón empieza a hablar no tiene desperdicio alguno, y le hace sentirse a uno en el mismo lugar que Bilbo (aún invisible, incómodo con su propio olor corporal y su propia respiración, que lo delatan ante los agudos sentidos del dragón). La inteligencia del dragón es tan descomunal como su presencia, y no por ello menos sabio es, aunque siempre ávido por tener más y saber más (único instrumento con el que Bilbo salvará su vida).
El fracaso de los enanos al intentar vencer el dragón con la fuerza y el engaño no obtiene su fruto. El dragón es muy consciente de sus poderes, así como del punto flaco de sus allanadores. El insulto a su inteligencia será definitivamente castigado, y en razón de hacer más notorio el castigo por haberlo subestimado, les permitirá atestiguar como aniquila la Ciudad del Lago, Aunque no en esta entrega... habrá que esperar a la tercera. Que si mejora substancialmente, se podrá considerar definitivamente una obra maestra en toda regla.
Cada etapa del viaje mostrada en esta entrega goza del tiempo que hay que dedicarle.
La escena de la cabaña de Beorn, y su inesperada hospitalidad, llega a su momento culmine cuando Beorn muestra su desagrado por los enanos, pero de repente les dice que les ayudará.
La forma en que va creciendo el Nigromante y la transformación del Bosque Negro da signos de un poder oculto que busca su momento para darse a conocer (anticipación de Sauron muy bien conseguida; incluso mejor que en libro).
En la gran saga de la Tierra Media (incluyendo El Señor de los Anillos) se dan por fin detalles claros de qué motivos se esconden detrás de la rivalidad entre elfos y enanos. Su antigua alianza se vino abajo con la llega del dragón. Pero el dragón fue llamado por la misma codicia que los enanos no supieron moderar. Los elfos del Bosque Negro, menos sabios, se habían aliado con el Rey enano de Erebor en interés por sus riquezas, y en el momento en que los enanos se encontraron 'desahuciados' por el dragón Smaug, los elfos no les ofrecieron ni el trato ni la más mínima ayuda.
La realidad que se vive en la Ciudad del Lago está muy bien reflejada, así como las relaciones internas entre sus principales personajes, y el papel que desarrollaron y desarrollarán en toda la trama.
A la llegada del último rayo de luz del día de Durin, el desanimo, el carácter pasional de los enanos, y su poco espíritu analítico, harán notar la relevancia clave de la presencia de un hobbit en el grupo. La cautela de Bilbo, así como una paciente curiosidad, le harán presenciar la aparición de la última luz lunar del día señalado por el mito (interesante tropezón con la llave).
El enfrentamiento de Gandalf con el Nigromante está más bien conseguido que en el libro.
La llegada de Bilbo a la cámara del tesoro es la escena de misterio, intriga más bien conseguido que he visto en años, a tenor de como se desarrollan luego los hechos. De una situación en la que todo ese oro parece alcanzable y, por fin, al abasto, se cambia radicalmente a otra en la que se está convirtiendo en un vulgar ladrón de un receloso y descomunal dragón de fuego. Cuando Smaug despierta de su aletargado sueño y empieza a jugar con las palabras para sonsacarle información, Bilbo se percata de que su única salida es jugar con la curiosidad del dragón. La escena en que el dragón empieza a hablar no tiene desperdicio alguno, y le hace sentirse a uno en el mismo lugar que Bilbo (aún invisible, incómodo con su propio olor corporal y su propia respiración, que lo delatan ante los agudos sentidos del dragón). La inteligencia del dragón es tan descomunal como su presencia, y no por ello menos sabio es, aunque siempre ávido por tener más y saber más (único instrumento con el que Bilbo salvará su vida).
El fracaso de los enanos al intentar vencer el dragón con la fuerza y el engaño no obtiene su fruto. El dragón es muy consciente de sus poderes, así como del punto flaco de sus allanadores. El insulto a su inteligencia será definitivamente castigado, y en razón de hacer más notorio el castigo por haberlo subestimado, les permitirá atestiguar como aniquila la Ciudad del Lago, Aunque no en esta entrega... habrá que esperar a la tercera. Que si mejora substancialmente, se podrá considerar definitivamente una obra maestra en toda regla.