Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Oscar Montesinos:
8
Drama. Romance En Nantes, Lola (Anouk Aimée), una bailarina de cabaret, espera el regreso de su novio Michel (Jacques Harden), que es el padre de su hijo y hace siete años que emigró a América con la promesa de volver cuando se hiciese rico. Durante su ausencia, Lola es cortejada por Roland (Marc Michel), un amigo de la infancia, y por el marinero americano Frankie (Alan Scott). (FILMAFFINITY)
29 de diciembre de 2018
10 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta es una de esas películas que aparentemente narran una historia de amor, pero que realmente narran el propio amor, el concepto del amor y en contraste el desamor. La historia se fracciona en un caleidoscopio con distintos personajes que viven en una ciudad costera al sur de Francia y que tienen como unión los fuertes deseos de amar. Porque todos los personajes de la película están enamorados y son conscientes de ese amor que profesan, pero a la vez ninguno es correspondido. Es una historia trágica del concepto del amor.

La estructura es dispersa, sin un claro protagonista que impulse la narración, el punto de vista salta de una acción a otra. Y estas acciones revelan siempre los pensamientos y las emociones de los personajes a través de la puesta en escena y el montaje. Hay una transparencia en las imágenes que conecta espectador y actor dejando que las sensaciones fluyan de uno al otro, es una especie de intercambio en el que la fisicidad permite que aquel que mira la película recoja lo que más le interese. Por supuesto que hay una manipulación del relato como ocurre con toda obra de arte, pero la manipulación me parece sincera y flexible, no tengo la sensación de ser engañado, sino de estar leyendo un discurso firme entre las líneas narrativas. Me recuerda tímidamente a otra película que también habla sobre la naturaleza del amor y el deseo humano de huir de la soledad, In the mood for love. En ambos films los sentimientos priman sobre el racionalismo narrativo, es más importante dejar que aflore una emoción que mantener la estructura, el código o las reglas de los manuales de cine. Un buen ejemplo es el momento en el que la niña y el marinero están en la feria, la música clásica acapara todos los sonidos y la cámara de mueve rápidamente de un lugar a otro, o el montaje ralentiza los tiempos para estirar las emociones. Son recursos poéticos arriesgados que dentro de otras narraciones saltarían y romperían el código, pero que en el caso de Jacques Demy lo amplía y estimula, son recursos que van más allá del funcionalismo y que al menos demuestran un análisis concienzudo de la puesta en escena.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Oscar Montesinos
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow