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Voto de Jlamotta:
5
5,6
62.434
Fantástico. Acción. Aventuras
Thor es un arrogante y codicioso guerrero cuya imprudencia desata una antigua guerra. Por ese motivo, su padre Odín lo castiga desterrándolo a la Tierra para que viva entre los hombres y descubra así el verdadero sentido de la humildad. Cuando el villano más peligroso de su mundo envía a la Tierra a las fuerzas más oscuras de Asgard, Thor se dará cuenta de lo que realmente hace falta para ser un verdadero héroe. (FILMAFFINITY)
27 de abril de 2011
103 de 136 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hace mucho tiempo que Marvel Studios encontró una fórmula casi indestructible para adaptar a sus famosos héroes a la gran pantalla. Protagonista conocido arropado por unos secundarios apetitosos, presupuesto desmesurado, sentido del humor muy blanco y que la historia no moleste mucho. Así surgieron las franquicias de Iron Man, Spider Man, X-Men, Fantastic Four o Hulk, por citar solo algunas de sus muchas adaptaciones. Mismas pautas, desiguales resultados en taquilla por lo que, si es necesario, se recurre al reset de la saga como ha ocurrido con el film protagonizado por La Masa. Misma suerte correrán en breve el Hombre Araña y los mutantes. La cinta que nos ocupa, Thor, no es una excepción, convirtiéndose así en un producto realizado y destinado para consumo rápido, muy cuidado visualmente pero carente de alma, profundidad y, paradojicamente para tratarse de El Hombre de Hierro, de fuerza.
Decía Spielberg que el público sale contento de la sala si le proporcionas un gran arranque y un gran final, obviando el nudo de la historia. El libreto de Mark Protosevich procura que así sea pero los primeros minutos ya dejan constancia de lo que nos espera en el resto del metraje: un humor blanco como la nieve, un protagonista con el que es arduamente complicado identificarse y una estructura previsible y poco trabajada. El prólogo no impresiona ni despierta interés alguno. Es más, desde ese momento, hasta el espectador menos avispado puede discernir que va a ocurrir. Las referencias visuales a El Señor de los Anillos no hacen más que recordarnos la brillantez de la saga dirigida por Peter Jackson y lo impersonal que luce el universo localizado en Asgard.
Sigo en spoiler pero no es spoiler
Decía Spielberg que el público sale contento de la sala si le proporcionas un gran arranque y un gran final, obviando el nudo de la historia. El libreto de Mark Protosevich procura que así sea pero los primeros minutos ya dejan constancia de lo que nos espera en el resto del metraje: un humor blanco como la nieve, un protagonista con el que es arduamente complicado identificarse y una estructura previsible y poco trabajada. El prólogo no impresiona ni despierta interés alguno. Es más, desde ese momento, hasta el espectador menos avispado puede discernir que va a ocurrir. Las referencias visuales a El Señor de los Anillos no hacen más que recordarnos la brillantez de la saga dirigida por Peter Jackson y lo impersonal que luce el universo localizado en Asgard.
Sigo en spoiler pero no es spoiler
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
No puedo dejar de pensar que la finalidad de escoger a Branagh como director del proyecto es que es bastante más económico que Bay, Emmerich o Favreau y su cartel entre los cinéfilos provocará que este sector, generalmente reacio a este tipo de películas, acuda sin demasiado recelo. Poner al mando a cualquiera de los directores anteriormente citados hubiera proporcionado el mismo rendimiento pero seguramente la crítica sería más dura ya que ninguno de ellos ha dirigido Hamlet, Enrique V o Much Ado About Nothing. Branagh comete el error de pensar que Thor y su familia son proclives a la comparación con Shakespeare, que son moldeables para verter en ellos su obsesión por el dramaturgo inglés. Ciertamente, podría haber sido así pero la torpeza del guión no deja mucho margen de maniobra al interprete de The Boat That Rocked. Suele decirse que el villano de la función resta o dota de envergadura al conjunto y, desde luego, el Loki de Tom Hiddleston fracasa estrepitosamente, ya que nunca se percibe lo suficientemente poderoso o hábil para malograr el rutinario éxito del bravo guerrero.
Chris Hemsworth ,cero en carisma, carga casi todo el peso interpretativo del metraje pero palidece frente a Hopkins, Portman o Skarsgard. Si no fuera por el trabajo de los secundarios (más un irreconocible Idris Stringer-Bell Elba), el australiano quedaría retratado por un papel protagonista que le viene grande y al que no aporta nada más que alguna sonrisilla de Bad Boy y un par de gritos. Por otra parte, la oscarizada Portman nos sorprende haciendo un rol poco frecuente en ella, la "chica de", y nos deja con la sensación de que se ha desaprovechado un papel que podía haber sido más jugoso. Moraleja y moralina van cogidas de la mano en ese torpe mensaje pacifista que parece elaborado por el hijo de Obama en estado sonámbulo. Pero no todo es malo. La dirección de arte y los efectos especiales son espectaculares y se agradece el intento de aportar algo al uso del 3D. Por momentos es entretenida y percibes profesionalidad en cada fotograma, aunque carezca de pasión.
Marvel ya cuenta con otra franquicia en la pista de lanzamiento y ahora solo queda confirmar la trilogía, contratar a un Duncan Jones o un James Gunn para las secuelas, reclutar más secundarios de calidad y amasar dinero con muñecos, videojuegos, dvd,s y merchandising de lo más variopinto. No se les puede culpar de dar a la industria lo que ella misma les ha enseñado. Próxima parada: The Avengers.
Chris Hemsworth ,cero en carisma, carga casi todo el peso interpretativo del metraje pero palidece frente a Hopkins, Portman o Skarsgard. Si no fuera por el trabajo de los secundarios (más un irreconocible Idris Stringer-Bell Elba), el australiano quedaría retratado por un papel protagonista que le viene grande y al que no aporta nada más que alguna sonrisilla de Bad Boy y un par de gritos. Por otra parte, la oscarizada Portman nos sorprende haciendo un rol poco frecuente en ella, la "chica de", y nos deja con la sensación de que se ha desaprovechado un papel que podía haber sido más jugoso. Moraleja y moralina van cogidas de la mano en ese torpe mensaje pacifista que parece elaborado por el hijo de Obama en estado sonámbulo. Pero no todo es malo. La dirección de arte y los efectos especiales son espectaculares y se agradece el intento de aportar algo al uso del 3D. Por momentos es entretenida y percibes profesionalidad en cada fotograma, aunque carezca de pasión.
Marvel ya cuenta con otra franquicia en la pista de lanzamiento y ahora solo queda confirmar la trilogía, contratar a un Duncan Jones o un James Gunn para las secuelas, reclutar más secundarios de calidad y amasar dinero con muñecos, videojuegos, dvd,s y merchandising de lo más variopinto. No se les puede culpar de dar a la industria lo que ella misma les ha enseñado. Próxima parada: The Avengers.