Si el primero de los capítulos se nos muestra como una obra cuasi perfecta y que tira del carro de los siguientes hasta más o menos la mitad de la serie, el resto se van sucediendo con más pena que gloria, aterrizándonos unos últimos capítulos bochornosos, por tanto, la puntuación que le doy es inversamente proporcional a su número de capítulo.

El conjunto final no merece el aprobado, pero sobre todo porque las expectativas que genera el visionado de su primera hora son tan altas que la decepción se hace aún más amarga al finalizar la serie.

Mi nota: un 4,9 para darle un tirón de orejas a sus creadores y advertirles que si se curran solamente la mitad de bien que se han currado el primer capítulo, la cosa pintaría mucho mejor.