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España España · valencia
Voto de elquicio:
2
Thriller. Drama Estados Unidos, década de 1970. Seguimos a Jack durante un período de 12 años, descubriendo los asesinatos que marcarán su evolución como asesino en serie. La historia se vive desde el punto de vista de Jack, quien considera que cada uno de sus asesinatos es una obra de arte en sí misma. (FILMAFFINITY)
2 de febrero de 2019
17 de 25 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si cometí la errónea decisión de ir a ver esta película no fue porque algunos críticos generalmente bien informados le dieran un notable, ya que también otros muchos la suspendían sin la menor duda.

Acudí para salir de las dudas que me produjo el hecho de que me interesara su ‘Nymphomaniac. Volume I‘ [2013], por su forma de contar cinematográficamente sobre la pulsión vital de la sexualidad femenina; y de que me decepcionara su ‘Nymphomaniac. Volume II‘ [2013], por consistir en una mera recopilación, fría y frígida, de secuencias relativas a una de las variables del masoquismo, el ‘spanking‘.

A mala hora.

Se trata, esta vez, de eternas dos horas y media de una obscura historia filosófica [?], presentada en surrealista clave de humor, con una intencionadamente confusa narración, obra del también guionista, Lars Von Trier, en la que un homicida demente y obsesivo compulsivo defiende -a través de una especie de confesión apoyada en soliloquios autoindulgentes y adobada con variopintas imágenes artíticas- la justificación del asesinato como otra especie de arte, a base de inundar la pantalla de basura socialmente tóxica y poniendo a prueba, de modo gratuito y enfermizo, el masoquista aguante del espectador.

Huelga decir que la gente abandonaba la sala por bandadas. Y lo compartí hasta el punto de huir yo también una hora antes de que el film finalizara. Algo así hay muy pocos que lo toleren sin grave riesgo.

Porque del mismo modo que se cuestionan moralmente las televisadas entrevistas en la cárcel de asesinos en serie, explicando sus porqués, yo cuestiono que una película se base en contarnos, con espeluznantes pelos y señales, cómo un psicópata trata de convencer a una suerte de fantasmal confidente -que, en el fondo, se trata del propio espectador- de sus razones para explicar, justificar, sus crímenes.

Y no sólo por la repugnancia, hasta la arcada, que produce contemplar en la pantalla tales imágenes. También, desde luego, porque el espectador medio no suele contar con el suficiente nivel de conocimientos sobre la psicopatía como para rebatir tales argumentos tan pronto le llegan.

Y eso es socialmente muy peligroso: tanto o más que, por ejemplo, escuchar a un etarra sus justificaciones políticas sobre sus asesinatos terroristas.

Mensajes del guión seleccionados para el propio trailer:

“El cuerpo es el infierno y el alma es el cielo. Algunos afirman que las atrocidades que cometemos en la ficción, son deseos ocultos que no llevamos a cabo en nuestra civilización controlada. Por eso los expresamos mediante nuestro arte. Creo que cielo y el infierno son lo mismo. El alma pertenece al cielo, el cuerpo al infierno. Pienso en todas las cosas que he hecho en la vida sin sufrir el mínimo castigo”

No les digo más.

Sobre las realistas escenas de violencia contra las personas conviene aclarar que siendo de una dureza y pormenorización extremas -lo cual es tan innecesario como, por ejemplo, mostrar en directo una simple defecación- lo verdaderamente inmoral es el envolver tal horror en le recreo explicativo del ejecutor.

Convertir en cine macabras reflexiones justificativas sobre la pspicopatología extrema, son ganas de devolver y no sólo la entrada [2 sobre 10]

El quicio de la mancebía [EQM]

https://elquiciodelamancebia.wordpress.com/2019/02/02/la-casa-de-jack-dinamarca-2018-de-yorgos-lanthimos/
elquicio
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