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España España · Barccelona
Voto de EL ALBATROS:
6
Drama. Intriga Cuando un magnate industrial se entera de que le quedan pocos meses de vida, toma decisiones para hundir su empresa y con ella a todos sus consejeros. (FILMAFFINITY)
13 de septiembre de 2017
12 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Emparentar a todo dirigente o directivo de una gran empresa o corporación industrial con los métodos que refleja este interesante film, es como etiquetar a todo político de corrupto, todo sacerdote de pederasta o todo emprendedor (no olvidemos que es el que crea riqueza con su iniciativa) de explotador al obrero. Toda generalización acarrea injusticias, del mismo modo que no todo sindicalista liberado es un vago o parásito que sólo trabaja el día de huelga desde la agitación y el piquete “informativo”. No cabe duda que todos los seres humanos tenemos debilidades, tentaciones y somos imperfectos, como denuncia este estupendo trabajo para la época de Julio Coll, un cineasta y guionista que se especializó en el thriller policíaco y la denuncia social cuando no era fácil hacerlo. En todo caso, mi teoría personal es que las leyes y la justicia deben preservar los códigos éticos para evitar desmanes y abusos, pues nadie puede mantener que el capitalismo es perfecto, aunque creo que es el menos malo de los sistemas económicos y a las pruebas me remito más allá de la demagogia panfletaria.

Julio Coll, influenciado claramente por la denuncia social del cine americano, nos presenta a unos villanos despreciables, unos tipos nada edificantes de un consejo de administración, que llegan en sus lujosos coches, sus abrigos y trajes caros y sus gestos airados en una vida disoluta. Un retrato en negro del mundo de las altas finanzas, un thriller empresarial lleno de egoísmo, hipocresía, especulación, tráfico de influencias, codicia y toda clase de mezquindades que se adelanta audazmente a lo que en años posteriores ha sucedido por motivos sobradamente conocidos. Carlos (George Rigaud) es el presidente cuyo corazón enfermo tiene escasos meses de vida, enfrentado a sus consejeros y luchador infatigable que tiene como escudero a su secretario, César (Arturo Fernández), tan eficaz asesor como siniestro y ladino sin escrúpulos, deseoso de trepar a lo más alto.

Aunque el film está dedicado a… “Todos los hombres honrados que existen en el mundo”, en su prólogo por obvios motivos de censura, resulta que no hay un sólo personaje positivo, todos los personajes mienten y son execrables. El peso de la mentira, sus consecuencias es un ingrediente habitual en el cine del director catalán, aquí la trama se bifurca entre unos pretendidos doctores alemanes expertos en “milagros” quirúrgicos cardiovasculares y las andanzas de la hija del presidente de la corporación, Laura (Rosenda Monteros) que mantiene una relación sentimental no demasiado explícita con César. Quien junto a sus ociosos amigos, todos de clase bien, pululan dedicándose a una divertida y banal existencia. Los temas barajados son muy importantes, tanto a nivel económico como de carácter moral, cosa poco habitual dentro del cine escapista que se hacía. Hasta aquí las reflexiones que me ha producido esta admirable que no perfecta película, aunque desprende un pesimismo vital, incluso cierto lirismo existencial, de naturaleza rapaz y corrupta, hecha con dignidad y atrevimiento.
EL ALBATROS
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