El anime permite superar cualquier barrera lógica y física que exista, y para Masaaki Yuasa es su mejor baza. Esto se aprecia en las situaciones donde se altera el trazo y el dibujo para exaltar la violencia, sexo, sangre, acción... Este anime supera todos los límites imaginables, tanto físico como psicológicos, no hay barrera que rompa para que pueda transmitir su mensaje.
El director no se inhibe en mostrar cualquier escena, a pesar de que pueda ser considerada cruel, animal o egoísta. Nos quiere mostrar lo peor que puede producir el ser humano de forma concentrada en tan solo 10 capítulos de 25 minutos. Y aquí encontrarás las muertes más innecesarias, crueles y sin sentido del anime, no por falta de lógica sino por lo despiadados que son los personajes que nos muestran. Y lo peor es que no te extraña de que el ser humano fuera capaz de hacer estos actos si se diera la oportunidad, ya que comportamiento de ciertos personajes nos recuerdan a actos de ciertos individuos deplorables. Si el mensaje es más potente porque en la serie todo el planeta ha entrado en el ocaso, en su inevitable destrucción. Se ha perdido toda esperanza. Y eso es algo que nunca había visto antes en ninguna serie.

A mí, esta falta de esperanza me amargaba, ver toda esta muerte y destrucción... Por eso no he podido disfrutarlo. No digo que este anime sea malo, solo que las situaciones de gore, el negativismo existencial, y todo lo que muestra no es de mi agrado. Comprendo que muchos lo consideren una obra maestra y sea uno de sus animes favoritos. Pero lo siento mucho, pero yo no soy uno de ellos.