Travis Knight irige una película palomitera, un blockbuster en toda regla que producen Steven Spielberg y Michael Bay. Por suerte, este último parece no haber entrado demasiado en el filme, de ahí que la calidad haya permanecido ante el artificio de Bay, con graves tendencias hacia los fuegos artificiales por cualquier cosa. En todo caso, tenemos los orígenes de una saga, cuando llega Bumblebee a la Tierra y conoce a una chica, aspirante a mecánica (Hailee Steinfeld). La estética es ochentera, la música, los gags... todo funciona y con cierto aire nostálgico, así que es un puntazo en ese sentido.

BUMBLEBEE, como no podía ser de otra manera, también es espectáculo y efectos especiales. Hay combates espectaculares, hierros desmontándose y un guion algo predecible y con decisiones cuestionables, pero eso es inherente a todos los blockbusters. En todo caso, es disfrutable, con protagonistas carismáticos y la oportunidad de conocer un poco más a un Bumblebee que parece tener vida propia y que nos asombra con su sentido del humor.

En definitiva, Hasbro, Michael Bay y demás han de tomar nota para lo que han de ser las próximas películas de Transformers. Menos amasijo de hierro explotando por los aires y más cuidado por los personajes. Calidad antes que cantidad, y así se sale de la sala con cierta sonrisa de satisfacción y una bocanada de aire fresco. No os la perdáis.