Daniel Monzón dirigió Celda 211 y El niño, pero ha optado por realizar una comedia con Luis Tosar y Rodrigo de la Serna como cabezas de cartel, acompañándoles también Joan Pera y Stephanie Cayo. El resultado es discutible, aunque los recursos son altos, tanto económicos como en secundarios como Toni Acosta y compañía, que están bastante desaprovechados. Un placentero y divertido crucero se convertirá en un nido de estafadores al acecho de un millonario (Joan Pera) que pasa las vacaciones con su familia.

Lucas (Luis Tosar) y Clayderman (Rodrigo de la Serna) se habían separado hace años, pero vuelven a encontrarse junto con Verónica (Stephanie Cayo) para dar el golpe de sus vidas. Nada menos que 160 millones de euros andantes por un barco a la espera de ser cazados por unos trepas que entre ellos mismos tratarán de boicotearse para sacar tajada. Es una buena idea, no es que sea demasiado original, pero sin ser una película lenta o pesada, sí que es excesivamente larga y poco divertida. Y que una comedia sea poco divertida no habla demasiado bien de ella.

En definitiva, una comedia española más, justita, con chistes más o menos acertados, personajes estereotipados y algo buenrollista que ni aburre ni divierte en exceso. Se queda en tierra de nadie y se olvidará enseguida, así que tampoco os perdéis mucho si no la veis.