Jurassic World: Fallen kingdom tiene la impronta persona de J. A. Bayona desde el principio. Ese toque de tensión, la gran atmósfera que crea; el director español ha conseguido captar la esencia de Jurassic Park y ha conseguido dirigir una gran película que entretiene de principio a fin y que no cae en el romanticismo inoportuno de una pareja de actores que se comunican tan bien como Chris Pratt y Bryce Dallas Howard. El filme también tiene tiempo para hacerse preguntas ecológicas e incluso trascendentales.

En la isla Nublar, en la que ocurrieron los sucesos de Jurassic World, un volcán entra en erupción, amenazando la vida de todo el lugar y, por supuesto, de los dinosaurios que habitan en ella. Una organización privada tratará de salvarlos, para ello contratará a Claire (Bryce Dallas Howard), por su conocimiento de la isla. Y ella tendrá que recurrir a Owen (Chris Pratt), para intentar dar con Blue, aquel velociraptor que había criado desde casi su nacimiento. Sin embargo, pronto se darán cuenta de que no todo es lo que parece.

JURASSIC WORLD: EL REINO CAÍDO, es una película de aventuras, de idas y venidas, de huidas hacia adelante, y de mucha tensión. Hay escenas que nos recuerdan con nostalgia algunas ya vividas; pero no son iguales que las de Jurassic Park, sino que más bien nos recuerdan cómo nos atemorizábamos con la primera entrega. J. A. Bayona logra que volvamos a recuperar esos recuerdos y nos presenta una película de nivel que debería guiar la nueva senda de los próximos filmes de la saga.

En definitiva, JURASSIC WORLD: EL REINO CAÍDO, supone una de la mejores entregas de la saga. Un taquillazo asegurado que hará que comamos palomitas a manos llenas. No aburre en ningún momento, es tensa como solo J. A. Bayona sabe imprimir a sus películas y bastante consistente en su guion. Da que pensar y tanto Chris Pratt como Bryce Dallas Howard y el resto del elenco de actores se implican al cien por cien. Más oscura, más trascendental. Ni se os ocurra perdérosla.