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España España · Madrid
Voto de Pedro:
8
Thriller. Drama John Brennan (Russell Crowe) es feliz con su mujer Lara (Elizabeth Banks) y con su hijo Luke (Ty Simpkins), pero su vida experimenta un vuelco dramático cuando ella es acusada de asesinato y condenada a veinte años de prisión. Brennan, convencido de su inocencia, hará todo lo posible para sacarla de la cárcel... Remake del largometraje francés "Pour elle" (2008) de Fred Cavayé. (FILMAFFINITY)
11 de enero de 2011
95 de 114 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mientras atónito he asistido a un año donde la crítica ha alabado películas olvidables como "Un tipo serio" de los Coen, ha hecho piña con multitudes para elevar al cielo de las artes el último efectismo de Nolan -"Origen"-, o se preparan para agasajar en los Oscars comparando con el mismísimo "Ciudadano Kane" a una reiterativa "La red social" más cercana a una de adolescentes de Nora Ephron que a ese genio llamado Welles... Mientras todo esto sucede, esos mismos denostan por enésima vez a quien osara desafiarles ganando un Oscar con la para ellos maldita "Crash", estrenara otra para ellos falta de imaginación "En el valle de Elah" y ahora vuelve a la carga con lo que califican de tramposo e inocente remake en "Los próximos tres días".

Si donde había un maldito trabajo sobrevalorado por Hollywood, un servidor vio una disección coral de la desconfianza, el miedo y la incomunicación entre las personas... Si donde debía esperarse escasa imaginación aprecié una explosiva mezcla entre una historia detectivesca, sutiles interpretaciones y la narración de la caída de un imperio y sus valores... Ahora, en esta supuesta trampa inocente, no sólo perdono esa manía estadounidense al remake, sino que no puedo más que apreciar el aire fresco de un director que entre tanta "obra maestra" de postín destaca por el manejo de cualidades de realizador veraz, fundamentalmente del ritmo.

"Los próximos tres días" está narrada con un sentido del ritmo medido, apoyado en un montaje trabajado, de modo que incluso en el peor de los casos es improbable que alguien no se sienta atraído por la historia o llegue a aburrirse. Lejos de eso, Paul Haggis desarrolla un guión en el que tensión e intriga marchan de la mano de modo creciente, atrapando al espectador desde la primera secuencia y conduciéndolo a su antojo tras el periplo del protagonista absoluto John Brennan; al que da vida Rusell Crowe de modo que interioriza a la perfección la evolución del personaje en un camino sin retorno que consigue que el espectador se plantee a sí mismo el dilema que mueve al personaje en pantalla: ¿Hasta dónde llegarías por aquellos a quienes amas?

Es precisamente esa evolución, esos sentimientos que subyacen, lo que logra que la película sea más que una sucesión de clichés en un thriller. Es también la interacción de un hombre con sus fantasmas interiores mientras que circunstancias excepcionales hacen que una vida apacible se convierta en una olla a presión. Y es aquí donde tanto la calidad del intérprete como la dirección de actores se deja notar más allá de la trepidante huida, más allá del giro con sorpresa. Y si bien es cierto que pudiera sobrar algún engaño dirigido más bien al efectismo en alguna escena, el conjunto no deja de ser un notable soplo de aire en un flojo año de cine. No apto, por supuesto, para detractores por oficio de Haggis, pero que sabrá satisfacer gratamente a quien se acerque a la sala de proyección con tan pocas pretensiones como ausencia de prejuicios.
Pedro
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