Después de hacerme unas grandes ilusiones con el estreno de ésta película por parte de Netflix, pues la decepción es muy grande. Especialmente porque te ofrecen mucho y te muestran poco. Daba para mucho más de ello estoy seguro, pero claro, en manos de un director con más ganas de contar, que de mostrar. Y Jeremy Saulnier se inclina más por lo segundo y si incluye mucha violencia...pues cree que mucho mejor.

Que si, que entretiene y bastante por momentos, que las escenas de violencia y acción son increíbles, pero cuando el fuerte de lo que me vas a enseñar se basa en esto, el proyecto cojea de narices. Porque ya el resto te comienza a importar muy poco porque sabes que no llegará a nada y te limitas a esperar la siguiente escena donde le vuelen el ojo o la cabeza a alguien, o donde explote un coche o una casa. Lo demás sobra y si no, ya a esas alturas de la película ni le prestarás atención, con lo cual te importará muy poco lo que ocurra más allá del pringue de sangre y la metralla.

El comienzo es muy interesante la verdad, pero desde muy pronto te das cuenta que los personajes son extraños, que la historia es extraña y que va a tirar por donde quiera, pero que no te va a convencer, ni nada que se le parezca. Para pasar un rato entretenido sin muchas exigencias.