Personalmente ésta película me ha encantado por diferentes razones, entre ellas porque pasé una temporada viviendo en Suecia y conozco perfectamente la vida del sueco Borg, ya que también soy un gran apasionado de éste deporte. En Suecia se para el país cuando se juega al tenis, donde han tenido grandes jugadores a lo largo de la historia. Recuerdo que entre mis recuerdos contaba con una raqueta de los años 70 de Borg, ¿dónde andará?

Filmar una historia sobre tenis es muy complicada, si nos limitamos al tema de la filmación, donde los primeros planos, son fáciles, pero cuando hay que abrirlos, ya la cosa se complica y mucho si los actores no dan la talla. Janus Metz me ha demostrado que de tonto no tiene un pelo. Ha hecho un grandísimo trabajo y sobretodo muy documentado. Ha sabido coger a los jugadores más diferentes que existían en ese momento en el panorama tenístico. Por un lado Björg Borg, el hombre de hielo, de ahí sus grandes éxitos. El tenis es un deporte de momentos anímicos y donde irte del partido mentalmente está a la orden del día. Y Borg representaba precisamente eso. Y me ha gustado esa parte que hablaba de su infancia y su llegada al éxito. Lo que he visto un poco exagerado es esa presión tan extrema que relata en ese momento. Ya lo había ganado casi todo y siendo muy joven, no era para estar en dicha situación, pero bueno, aceptamos pulpo. Y en el otro bando, un jugador que marcaría una buena época en el tenis mundial, pero que sería más recordado por su temperamento. John McEnroe, puro nervio, pura ira.

El norte contra el sur, el blanco contra el negro, la coca cola contra pepsi. Vamos, el encuentro perfecto. Escogió bien hasta el torneo y el año. Las escenas de pista son buenas no, lo siguiente, una calidad muy precisa que te hace creer que estuviste presente en la cancha. Sverrir Gudnason es el personaje perfecto para encarnar a Borg. Físicamente es increíble su parecido y ya con la caracterización...nos encontramos al verdadero tenista. Por otra parte yo era uno de los que creía que Shia LaBeouf no iba a dar la talla, lo veía muy moñas para interpretar ese papel con el odio necesario, me equivoqué. En lo único que no me ha convencido es en el parecido físico. Lo demás lo ha clavado.

Grandísima película sobre una historia real del tenis más grande del momento. Final Wimbledon 1980.