Renée Zellweger no está hecha para el drama, ni el terror, ni la intriga, no me la creo. Con poner cara de susto no se crea un personaje, ni me muestras temor o terror, porque sinceramente, eso lo hago yo y no soy actor profesional. Hay que exigir mucho más y me refiero a la persona. Y con ésta entrada lo tengo todo dicho.

La historia comienza muy bien y promete de verdad, yo me imaginaba un drama serio y en la dirección de una crítica social, (no había leído nada sobre lo que trataba) pero cuando comienza a tomar tintes más serios en dirección al thriller, pues me preparé para un producto un poquito más interesante. Pero no, me equivoqué por completo. Las cartas se ponen muy rápido sobre la mesa y lo que podría tener un interés casual esperando por el desenlace, lo pierde al instante y nos prepara para un "esto lo he visto ya muchas veces". Las películas con niños son complicadas, porque normalmente esos seres tan indefensos pueden llegar a causar más pánico que los adultos. Sin embargo falla por completo creando un personaje muy "perfecto", un adulto en el cuerpo de una niña...y por ahí no paso, seguimos sumando, si la pareja principal son la Renée y la niña y no me creo a ninguna de las dos, apaga y vámonos.

Ni tan siquiera la atmósfera me resultó llamativa porque todo era muy predecible, no hubo lugar a la sorpresa en ningún momento, hasta llegué acertar el orden de las desgracias y quien era el desgraciado de turno. No señor Christian, las cosas no se hacen así machote, hay que currárselo un poquitín más y mostrar algo nuevo, novedoso, que nos haga mantener como mínimo un interés en seguir sentados hasta el final de la película.