Recuerdo una mañana de noviembre de 1991, donde aún no vivíamos la era de la tecnología actual, donde las noticias no te llegaban con la velocidad de hoy día y te enterabas más tarde. Pues un amigo con el cual compartía gustos por Queen, me dice...Freddie ha muerto. Me quedé de piedra, helado, nunca me han atravesado con una espada, pero me lo imaginé en ese momento. No solo perdíamos un cantante único, sino un icono de la música con el cual crecimos.

Me acuerdo perfectamente de los homenajes posteriores y de como todo el mundo se subió al carro de Queen y comenzaron a escuchar esa música que llevaba 20 años sonando y no le hacían mucho caso. Con los años pensé que sería muy buena idea hacer un homenaje a Freddie en forma de película y mira por donde ya ha llegado el momento.

No me extraña para nada el éxito que está teniendo hasta el momento, tanto para aquellos que conocemos la banda desde hace mucho, como aquellos que lo disfrutaron después de su muerte. Bryan Singer consigue algo que para mi es fundamental, contar la historia desde muy atrás, quién era Farrokh Bulsala y como llegó a convertirse en el grandioso Freddie Mercury líder de la banda británica Queen. Su peculiar voz, su talento para componer o su mentalidad siempre dispuesta a innovar algo nuevo en la música lo hicieron convertirse en lo que a día de hoy sigue siendo rabiosa actualidad. Es raro que alguien de ésta generación no conozca al menos tres canciones de Queen.

Me ha gustado mucho como Singer ha presentado la parte sexual en la vida de Freddie, como muchos pensaban que fue homosexual toda su vida y desconocían que en realidad era bisexual, y tuvo una novia que luego se convirtió en su mejor amiga. O por ejemplo como nos ahorra ese tiempo de los último años de la enfermedad, es mucho mejor terminar en la cima con el concierto de Live Aid, marcando un concierto épico para el resto de la historia.

El nacimiento de la canción Bohemian Rhapsody, el temperamento de Freddie, su talento como visionario futurista en el mundo de la música. Rami Malek lo cuadra representando a Freddie, se pasaron un poquito con la exageración de los dientes, que hasta me hizo gracia jajaja. En cuanto a gestos, lo calca perfectamente, no me puedo hacer ni una ligera idea de cuantas horas de vídeos sobre el cantante ha tenido que ver el actor. El resto de la banda está muy lograda, Brian May y John Deacon son auténticas fotocopias.

Y si a música nos referimos en una película precisamente sobre este tema, estaremos servidos completamente, con muchas canciones de las más conocidas, evidentemente se echan en falta algunas, pero todas no podían estar.

Sin lugar a duda una de las grandes sorpresas en todos los sentidos del año 2018.