Tarde del martes, tocaba cine y no había mucho donde escoger cuando vas con tres hijos de muy diferentes edades (20, 11 y 6) así que nos decidimos por Alpha.

Todo aquello que tenga que ver con la naturaleza me atrae especialmente, pero Alpha incluso tiene una moraleja muy importante que descubriremos con el paso de la historia. Muchas personas llegan a este mundo con el propósito equivocado de cumplir los sueños o las expectativas de otras personas que no pudieron hacerlo. Y nadie les pregunta en ningún momento si realmente es lo que quieren.

Nuestro protagonista se está convirtiendo en hombre y en cazador, pero con la presión de ser el único hijo del líder de la tribu y se mira con lupa cada uno de sus pasos y comportamientos. Y su forma de ser no va en la línea de su padre y este se nota decepcionado. Después de un hecho inesperado y brusco todo cobra una nueva dimensión en la vida del chaval, donde tendrá que tirar de todo lo aprendido y demostrar que es más fuerte de lo que aparenta ser. Si a esto le sumamos la inclusión de un animal, en este caso una loba, tendremos ya la combinación perfecta humano-animal-naturaleza para asegurarnos el entretenimiento como mínimo.