El cine industrial francés intenta crear una nueva saga similar a la muy famosa ‘Rápido y furioso’ pero dándole un pretendido alto nivel al ubicar la historia entre personajes muy adinerados y autos lujosos de colección.

Los hermanos Foster viven en Marsella, ellos son Andrew (Scott Eastwood) y su medio hermano, Garret (Freddie Thorp), quienes se dedican a robar autos de lujo. Después de dar un golpe al robar un auto de colección recién subastado, son encarados por el comprador, el millonario y peligroso mafioso Jacomo Morier (Simon Abkarian), quien busca venganza.

Para salvarse, los hermanos Foster le proponen a Morier robar un Ferrari de colección a uno de sus máximos rivales, el millonario alemán Max Klemp (Clemens Schick), para lo que deberán armar un equipo para dar el golpe, con la ayuda de la novia de Andrew, Stephanie (Ana de Armas).

Siguiendo al pie la fórmula de las grandes superproducciones de Hollywood, ‘Overdrive’ muestra carísimos autos a gran velocidad, muchas mujeres bellas, una edición con múltiples cortes y una historia que obliga a los personajes a viajar por varias ciudades del mundo.

Lo que descuida es presentar personajes desarrollados y una historia coherente, todo queda sustituido por altas dosis de velocidad, planos cargados de bellos paisajes y sobre todo la gran cantidad de automóviles vistosos en plena acción.

La película no ofrece novedad alguna, pero por lo menos consigue ser entretenida en su último tercio, sobre todo para los fanáticos de los autos y películas de alto contenido pirotécnico no importando lo mediocre de su historia.

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