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México México · Monterrey
Voto de Quique Mex:
5
Comedia. Musical Chuyín Venegas y Cornelio Barraza, integraron la banda 'Los Jilgueros de Rosarito', las más grandes estrellas de la música y el cine popular de los años ochenta. Convertido en un exitoso solista internacional, Chuyín se entera de la muerte de Cornelio y decide regresar a México, donde tendrá que enfrentar a los fantasmas de su pasado y a la soledad de su presente. (FILMAFFINITY)
5 de julio de 2014
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Rescatando al soldado Pérez supuso el mayor éxito taquillero en la ya no tan novel carrera del realizador Beto Gómez, aquél film, con un presupuesto importante consiguió también recaudar una taquilla más que respetable para un film nacional.

Ahora presenta Volando bajo, que cuenta la historia de la agrupación Los Jilgueros de Rosarito, grupo de pop grupero romántico, integrado por los amigos Chuyín Venegas y Cornelio Barraza, grandes estrellas de la canción y también del cine de acción.

Chuyín es además una estrella internacional y vive en París, donde se entera que su amigo Cornelio ha muerto, por lo que decide regresar a México en compañía de su prima Toribia (Ludwika Paleta), quien fue el gran amor de Cornelio.

A través de idas y regresos en el tiempo, haciendo uso de flashbacks con motivo-pretexto de una entrevista-reportaje que una periodista, interpretada por Sandra Echeverría con peluquín, le hace a Chuyín, seremos testigos desde los inicios hasta la separación de la agrupación.

Gómez alude a la nostalgia durante todo el metraje como punto de partida para contar su historia, todos los personajes añoran algo que nunca fue, situación que juega en contra del tono de la película, pretendidamente una comedia musical en donde los sufridos personajes deben remontar para alcanzar aunque sea una breve nota de comedia.

Lo verdaderamente rescatable son los videos musicales de la agrupación y sobre todo, las canciones que éstos interpretan, temas que evocan a agrupaciones similares como Los Temerarios, Los Yonic´s y demás por el estilo, gran trabajo del líder de La Gusana Ciega, Dsniel Giménez, entre otros compositores.

Por otro lado, Gómez abusa de cierto pintoresquismo, de los clichés en las comparativas entre clases sociales y reiterativas citas kitsch respecto a la cultura y forma de vida de los artistas de dicho género musical.

Sin embargo, cuando la película ya se ancla en el presente con Chuyin y Toribia de regreso en México, es cuando al fin la película alcanza su centro, logrando neutralizar las sobreactuaciones, los repetitivos tics y muletillas de ciertos personajes y se consigue un equilibrio entre la comedia y el drama, pero lamentablemente, es demasiado tarde.

Y es que los discursos de Gómez, como por ejemplo sus homenajes al cine mexicano de los 70 y 80 se sienten forzados y más aun su agotada postura contra el cine de autor, ridículamente expuesta por el personaje interpretado por Chabelo. Así, el chiste se cuenta solo.
Quique Mex
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