Haz click aquí para copiar la URL
México México · Monterrey
Voto de Quique Mex:
7
Terror. Intriga Las filmaciones domésticas suelen contener escenas de felicidad íntima, pero también pueden ser testigo del horror más puro. Es lo que sucede en 1974, en la que un conjunto de grabaciones en 8mm revelan el trágico destino de una pareja de recién casados que desapareció en México a mediados de los setenta. Un found footage de textura granulosa y desasosegante banda sonora. (Fuente: sitgesfilmfestival) (FILMAFFINITY)
8 de abril de 2017
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
El recurso del found footage no termina de agotarse, si bien en el cine de terror reciente existen una infinidad de propuestas que apelan a este recurso, la mayoría fallidas, pocas son las que consiguen proponer algo nuevo.

La ópera prima de Victor Dryere consigue con pocos recursos y basándose en una estética muy cuidada, darle un toque único a su propuesta, a la que se le suma un guion bien trabajado, una sobresaliente protagonista y un par de buenas decisiones en su puesta en escena, para lograr una película inquietante y seductora.

La historia es la de un joven matrimonio que vive en las afueras de la ciudad en una casa en la montaña (la película fue rodada y producida en Monterrey), Manuel (un correcto Rolando Breme), quien realiza una animación en stop motion, y la Altair del título (Diana Bovio en un trabajo destacado), maestra de escuela, quienes registran su cotidianeidad en unos cartuchos de 8 mm.

De pronto un sueño todo lo cambia, Altair dice soñar con ángeles que le dan instrucciones para ponerse en contacto con Dios, a partir de ese día su conducta cambiará radicalmente, por lo que Manuel deberá pedir la ayuda de un amigo, de su cuñada y de un profesional para descubrir lo que le pasa a Altair.

La decisión de filmar en 8 mm. es la que provee a la película de una personalidad propia, parte por la estética que otorga el granulado de la imagen, como por las características propias del formato, cuyos cartuchos permiten filmar poco más de dos minutos, lo que genera algunos cortes abruptos en el montaje, lo que se suma a lo que se narra en pantalla para lograr buenos momentos de tensión.

Otra de las virtudes del filme es el buen uso del fuera de campo, presente en buena parte del metraje, que colabora a solidificar una inquietante atmósfera, más una banda de sonido peculiar que por momento se siente excesiva, pero que no actúa en perjuicio de una película no del todo redonda, pero que sorprende incluso hasta en su último plano.


http://tantocine.com/1974-la-posesion-de-altair-de-victor-dryere/
Quique Mex
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow