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España España · Tarragona
Voto de Luigi:
6
Ciencia ficción. Thriller. Acción Tras la llegada de una enorme nave espacial a Johannesburgo (Sudáfrica), los alienígenas fueron encerrados en campos de concentración en calidad de refugiados. Unos veinte años antes, cuando los extraterrestres entraron en contacto con nuestro planeta, los hombres esperaban un ataque hostil, o un gran avance tecnológico. Pero nada de ello sucedió. (FILMAFFINITY)
11 de septiembre de 2009
39 de 46 usuarios han encontrado esta crítica útil
En las postrimerías del siglo XX, una inmensa nave extraterrestre llega a la ciudad sudafricana de Johannesburgo donde permanece suspendida y sin señales de vida, hasta que después de unos meses, entran las fuerzas especiales y rescatan a unos extraterrestres en un estado lamentable. Estos, a falta de un plan para retornarlos a su planeta, son confinados en un distrito de chabolas donde son, más o menos, retenidos y en donde se multiplican durante años hasta sobrepasar el millón de “almas” y crear un caos continuo en la gran urbe aneja con una actitud entre incívica y traviesa, al punto de plantearse su traslado a un lugar más seguro para los humanos; eso sí, con todas las garantías y derechos civiles o “humanos”.

Este es el interesante punto de partida de este film proveniente del hemisferio sur. La alegoría entre la Sudáfrica real y peliculera es obvia: sus minorías dominadas y dominantes, sus espacios cerrados confinando al diferente, sus conflictos interraciales; sin embargo, peca la película de un desarrollo argumental poco consistente, apreciando, eso sí, su sabor a serie B. Falta una mejor explicación y exposición de los extraterrestres, presentados, salvo excepciones, como unos bichos con la capacidad de hablar y poco más; el protagonista humano no les va a la zaga, un títere que se va rebelando contra su suerte, aunque ésta sea dar, como en otras tantas películas, su alma a un poderoso artefacto robotizado; no falta para variar la amistad de los protagonistas: humano y bicho, como son llamados en la película.

Se aprecia, ya para acabar, el esfuerzo en la denuncia del miedo a lo diferente; aunque, y mejor pensando, quién, en su sano juicio, no temería vagar por las calles de su ciudad y toparse con unos seres de dos metros y cara en forma de extraño bicho de las profundidades abismales comiéndose el caucho de un, al parecer, jugoso neumático.
Luigi
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