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Voto de jastarloa:
8
Bélico Mítica película antibélica que plasma los sentimientos, sensaciones y desilusiones de un grupo de jóvenes estudiantes que son enviados al frente en la Primera Guerra Mundial (1914-1918). Es una adaptación de la novela homónima del escritor alemán Erich María Remarque. Su estreno provocó enfrentamientos entre nazis y comunistas. (FILMAFFINITY)
30 de agosto de 2008
93 de 98 usuarios han encontrado esta crítica útil
La que es considerada por bastantes una obra maestra y por todos los que tengan un mínimo de cerebro una película visionaria, nace fruto de la obsesión perfeccionista (ese don autodestructivo que tanto escasea) del director Lewis Milestone. Reclutó para la figuración y el departamento artístico a auténticos veteranos alemanes de la PGM, llegando a recrear tan bien las insalubres trincheras que se tuvo que parar el rodaje durante una inspección sanitaria. Rehuyó a las grandes estrellas. Consiguió montar unas escenas bélicas que aún hoy son apreciablemente realistas. Y, lo más importante, supo mantener el mensaje antibelicista de la novela totalmente intacto en una época muy temprana.

El que haya momentos, sobre todo al comienzo, en que los actores rozan el histrionismo corporal o, sobre todo en los travellings durante las batallas, en que se acelera la frecuencia de la imagen, no es un problema que deba achacársele al director, sino a la época. Situémonos. Apenas habían pasado dos años desde que se estrenó "El cantor de Jazz", la primera película sonora. La mayoría de actores y técnicos, por lo tanto, procedían del cine mudo y estaban en pleno proceso de adaptación. Comenzó a rodarse sin diálogos con la idea de distribuirse junto a una pista con los efectos de sonido, pero sin música. Poco después de iniciarse la producción, se consideró interesante la opción de incluir diálogos y se contrató a un George Cukor que acababa de llegar de Broadway para que se encargara de conducir la historia mediante ellos, y de ahí que haya un par de monólogos reflexivos bastante teatrales.
Éstos son pequeños inconvenientes que no adquieren demasiada relevancia debido, por un lado, a que se ofrecen suficientes innovaciones artísticas como para compensar (la supresión de la música en busca de una aproximación más realista a las situaciones, el alejamiento total del tono panfletario, la minuciosidad con que se recrean decorados y batallas…; en definitiva, uno de los pasos adelante más serios y firmes en ese período de transición entre cines), y, por otro, a que el guión roza la perfección en su parte narrativa, pues el encadenamiento y distribución de las escenas es inteligentísimo y engancha irremisiblemente al espectador mientras los personajes se van ganando su cariño poco a poco (impagable el paternal Katczinsky de Wolheim, así como el singular Tjaden de Summerville).


Curiosidades:
• El estreno en Alemania fue boicoteado por el partido nazi mediante manifestaciones en los cines e, incluso, soltando ratas o tirando bombas fétidas en ellos.
• Lew Ayres se hizo objetor de conciencia durante la Segunda Guerra Mundial, razón por la cual sus películas llegaron a ser prohibidas en los cines de Chicago.
• Un joven y desconocido Fred Zinnemann tuvo una breve participación como extra, hasta que le despidieron por insolencia.
• Algunos cines no entendían todavía los propósitos de una ausencia deliberada de música, así que añadieron por su cuenta sus propias compilaciones.
• Douglas Fairbanks Jr., e incluso el autor de la novela, Erich Maria Remarque, llegaron a barajarse como posibilidades para el papel protagonista.
jastarloa
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