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España España · Santander
Voto de burton:
10
Cine negro. Intriga. Drama El detective Mark McPherson (Dana Andrews) investiga el asesinato de Laura Hunt (Gene Tierney), una bella y seductora mujer que ha aparecido asesinada en su apartamento. McPherson elabora un retrato mental de ella a partir de las declaraciones de sus allegados, algunos sospechosos como el cínico cronista Waldo Lydecker (Clifton Webb) o Shelby Carpenter (Vincent Price), prometido de la joven. Además el diario y la correspondencia de la ... [+]
15 de mayo de 2006
102 de 110 usuarios han encontrado esta crítica útil
El director vienés Otto Preminger firma aquí una maravillosa película en clave de thriller en el año 1944 (durante la segunda guerra mundial).

Dotada de un brillante y ágil sentido del ritmo narrativo, Preminger se vale de la voz en off del lenguaraz, despótico y esencialmente egoista periodista de artículos de sociedad y programas radiofónicos el inefable Waldo Lydecker (Clifton Webb) quien poco a poco y a través de las investigaciones llevadas a cabo por el autocomplaciente teniente de policía Mark MacPherson (Dana Andrews) describe con absoluto apasionamiento y sutileza lírico descriptiva sus experiencias vitales con la enigmática protagonista Laura (Gene Tierney) durante el largo fin de semana que supone el horizonte temporal de la película y en el que se desarrollan de manera vertiginosa los terribles y reveladores acontecimientos.

Preminger cincela sutiles trazos que describen con absoluta maestría narrrativa los poderosos personajes que llenan la trama.

MacPherson interroga a todos los sospechosos; desde el mencionado Waldo, pasando por un pusilánime playboy Shelby (Vincent Price), pretendiente de Laura y a su vez al amparo de la tía de ésta, Ann Treadwell (Judith Anderson) quien no duda en plantear a su sobrina la conveniencia de que la ceda el "privilegio" de usufructuar los servicios del apuesto playboy, ya que sólo a una persona mala como ella le conviene una persona tan mala y miserable como Shelby, un bala perdida y correveidiles de modelos de segunda.

Incluso la asistenta de hogar de Laura, Bessie es sospechosa de los oscuros acontecimientos de que somos testigos.

Una imagen para el recuerdo del cinéfilo; cuando MacPherson hace una especie de tercer grado a Laura bajo la potente luz cegadora de una lámapara proyectada sobre el bellísmo y delicado rostro de Laura.

Una escena fetiche; cuando MacPherson arroja el albornoz a un completamente desnudo Waldo mientras esboza una sonrisa burlona no se sabe bien por qué aunque se intuya el motivo.

Un retrato, un reloj de pared y miles de motivos más para no perderse esta historia intemporal y magistral de la sempiterna historia del cine.
burton
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