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España España · Santander
Voto de burton:
9
Thriller. Cine negro Texas. Una joven casada y muy seductora cae en brazos de Ray, uno de los empleados de su marido. Enterado por un detective privado de la infidelidad de su mujer y obsesionado por la traición, Julian se decide a preparar el asesinato de ambos. (FILMAFFINITY)
28 de mayo de 2006
80 de 104 usuarios han encontrado esta crítica útil
Óptima ópera prima de los Cohen, quienes en esta ocasión firman esta estupenda cinta que sin llegar a la categoría de obra maestra, sí que es indicativa del camino a seguir por estos talentosos artistas de origen judío.

Sin llegar a la apoteosis artística de cintas posteriores tales como Fargo, El Gran Lebowski y sobre todo muerte entre las Flores, la cinta arranca con un ritmo trepidante teñida de negro azabache.

A la voz en off de un detective sin escrúpulos, entonada con el típico acento texano, filosofando sobre la individualidad del ser humano y del texano en particular, le sigue la narración de los hechos acontecidos durante el horizonte temporal en el que tiene lugar la trama (algo parecido a lo que ocurre por ejemplo en su obra maestra posterior El Gran Lebowski); En la penumbra de una lluviosa noche, un hombre, Ray (John Getz) y una mujer Abby (Frances McDormand) entablan dentro de un coche, una enigmática conversación que pone en antecedentes al espectador, arrebatándoles todo viso de concentración e interés.

A partir de entonces se desencadenan toda una serie de trágicos sucesos rebosantes de un apabullante humor negro con el inconfundible distintivo de la factoría Cohen.

Como muy bien dice la voz en off a modo de prólogo de la obra: "...a veces en la vida, en determinadas circunstancias sucede algo que hace que las cosas se compliquen aún más...".

Y de eso es precisamente de lo que va esta película, la cual revestida de ese por momentos hilarante y absurdo humor negro de los Cohen, adquiere altibajos de paroxismo incontenido y tragedia que inundan la retina del espectador con inolvidables fotogramas puntuales, tales como el Bar de carretera "Neon Boots" propiedad del marido Julian (Dan Hendaya), y escenario de algunas de las situaciones más grotescas jamás filmadas por cámara cinematográfica alguna..., un viaje de noche a través de las solitarias carreteras texanas y con un muerto en el maletero, mientras un radio-predicador alerta a los oyentes sobre el anticristo en tiempos de alianza de naciones (¿les suena ésto?)..., grotescos detectives sin escrúpulo alguno cuya única motivación parece ser la avaricia, saltándose los límites de lo legal y movidos únicamente por un impulso egoistamente individual tal y como se comentaba en el prólogo de la cinta....

Y sobre todo una buena película que sin llegar a la consideración de obra maestra sí que al menos elucubra la sólida carrera aún por cimentar de esta pareja de talentosos artistas hermanados por algo más que un vínculo fraternal; el gusto por el buen cine independiente, estilosamente elegante y sobre todo reinventando un género (cine azabache) que empezaba ya a languidecer después de pasar el apogeo de los grandes tiempos del cine negro.

Para no perderse.
burton
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