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Voto de burton:
10
6,0
15.235
Aventuras. Romance. Drama
América colonial, principios de siglo XVII. Aventura épica sobre el enfrentamiento de dos culturas durante la fundación de la colonia de Jamestown (Virginia) en 1607. Inspirada en la leyenda de John Smith y Pocahontas, un ambicioso colonizador y una apasionada nativa de alto linaje que se encuentran divididos entre sus deberes y sus sentimientos. (FILMAFFINITY)
13 de febrero de 2007
4 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuarta obra, y cuarta obra maestra absoluta de este fascinante y poco prolífico cineasta norteamericano, muy en la honda "madre naturaleza" de su anterior trabajo, la fenomenal "La delgada línea roja".
Con las espléndidas reflexiones en off de sus protagonistas inundando los estéticos fotogramas de una belleza plática y sonora (brillantísimo trabajo de James Horner, combinándolo con cortes clásicos como el "Oro del Rin" del famoso Anillo de Richard Wagner, ó el concierto nº 23 para piano de Mozart) apabullantes.
Esos planos oblicuos hacia las copas de unos árboles cegados por los destellos del astro rey.
"NOS ALZAMOS,....COMO LAS COPAS DE LOS ÁRBOLES EN BUSCA DE LUZ Y A PESAR DE LOS IMPEDIMENTOS...".
Malick se vale en esta ocasión de las historias del famoso soldado, navegante, explorador y escritor británico John Smith (De Jamestown), sobre sus escritos del origen de la legendaria ciudad de Jamestown, en lo que se conoció como colonia de Virginia en el año 1607, que incluyen de forma poco clara y difusa un romance con una nativa de aquellas latitudes, miembro de la tribu india de los algoquinos, e hija mayor del autodenominado " Emperador de Powhatan", a la que la historia conoció como Pocahontas y más aún tras la versión sobre el personaje de la Walt Disney.
La película es todo un alarde del extraordianrio y excelso dominio de lo lírico de este monstruo del séptimo arte (confieso una de mis debilidades a pesar de lo pretencioso que algunos ven su obra y su persona), con una fotografía y unas reflexiones que entran dentro de la categoría de lo sublime.
La historia a pesar de quizá exceda un poco en metraje se sirve de la interpretación de aquellos escritos por parte del propio Malick, filmada parcialmente y después de casi diez años de ausencia (tras el "Hamlet" de Kenneth Branagh) en formato de 65 mm, sobre la vida de este marinero bravucón y charlatán de feria, y sus experiencias (seguro que ficción para desilusión de sus miles de fans y los románticos) con la nativa Pocahontas, a quien la historia eso sí, la describió como la salvadora en última instancia de la vida de John Smith, y a la vez como amante esposa de un ciudadano de nacionalidad británica llamado John Rolfe (Christian Bale) cuatro años después de su anterior matrimonio con un nativo algoquino.
Una especie de "Leyendas de Pasión" pero como diría Arguiñano con fundamento, y sin tanto fusilamiento lacrimógeno.
Poderosa, sutil, lírica, enorme;
F A S C I N A N T E.
Con las espléndidas reflexiones en off de sus protagonistas inundando los estéticos fotogramas de una belleza plática y sonora (brillantísimo trabajo de James Horner, combinándolo con cortes clásicos como el "Oro del Rin" del famoso Anillo de Richard Wagner, ó el concierto nº 23 para piano de Mozart) apabullantes.
Esos planos oblicuos hacia las copas de unos árboles cegados por los destellos del astro rey.
"NOS ALZAMOS,....COMO LAS COPAS DE LOS ÁRBOLES EN BUSCA DE LUZ Y A PESAR DE LOS IMPEDIMENTOS...".
Malick se vale en esta ocasión de las historias del famoso soldado, navegante, explorador y escritor británico John Smith (De Jamestown), sobre sus escritos del origen de la legendaria ciudad de Jamestown, en lo que se conoció como colonia de Virginia en el año 1607, que incluyen de forma poco clara y difusa un romance con una nativa de aquellas latitudes, miembro de la tribu india de los algoquinos, e hija mayor del autodenominado " Emperador de Powhatan", a la que la historia conoció como Pocahontas y más aún tras la versión sobre el personaje de la Walt Disney.
La película es todo un alarde del extraordianrio y excelso dominio de lo lírico de este monstruo del séptimo arte (confieso una de mis debilidades a pesar de lo pretencioso que algunos ven su obra y su persona), con una fotografía y unas reflexiones que entran dentro de la categoría de lo sublime.
La historia a pesar de quizá exceda un poco en metraje se sirve de la interpretación de aquellos escritos por parte del propio Malick, filmada parcialmente y después de casi diez años de ausencia (tras el "Hamlet" de Kenneth Branagh) en formato de 65 mm, sobre la vida de este marinero bravucón y charlatán de feria, y sus experiencias (seguro que ficción para desilusión de sus miles de fans y los románticos) con la nativa Pocahontas, a quien la historia eso sí, la describió como la salvadora en última instancia de la vida de John Smith, y a la vez como amante esposa de un ciudadano de nacionalidad británica llamado John Rolfe (Christian Bale) cuatro años después de su anterior matrimonio con un nativo algoquino.
Una especie de "Leyendas de Pasión" pero como diría Arguiñano con fundamento, y sin tanto fusilamiento lacrimógeno.
Poderosa, sutil, lírica, enorme;
F A S C I N A N T E.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
En 1607 llegan a las costas nativas de la confederación algoquina una tripulación de bandera británica al mando del ilustre capitán Newport (Christopher Plummer), y ante la atenta y recelosa mirada de los soprendidos nativos.
Las intenciones iniciales de la expedición británica son las de su simple asentamiento pacífico en aquellas latitudes con el legendario nombre de Jamestown, aunque pronto se darán cuenta de que las condiciones no serán nada fáciles. De hecho Newport decide regresar a Inglaterra debido a que no hay suficientes provisiones, y regresar en primavera con ellas.
Antes, ha decidido indultar a un conflictivo expedicionario de la pena de muerte, el único soldado profesional de la misma, John Smith (Colin Farrell). Y ello con la condición de hacer un trabajo en el bien de la futura comunidad; la de actuar como expedicionario en aquellos desconocidos y frondosos paisajes, a pesar del eminente peligro de asaltamiento por parte de unos indígenas que vieran en aquella expedición un intento de usurpar sus posesiones.
Una vez en marcha, pronto será apresado por el jefe indio de aquella zona, el emperador de Powhatan (August Schellenberg), cuya hija mayor Pocahontas (August Schellenberg) le salvará en última instancia de su más que posible asesinato, iniciando a partir de entonces una idílica relación simbiótica y de amor profundo.
Hasta que el emperador le decide conmutar su castigo y le manda de vuelta a su asentamiento de Jamestown. Allí le harán gobernador y pronto entrará en conflicto con sus antiguos anfitriones, los indios algoquinos de Powhatan.
Un motín en Jamestown le arrebatará finalmente el poder de gobernador, y a la llegada de Newport en la primavera de 1608, le mandan de vuelta a Inglaterra.
Ello le supone separarse de manera definitiva de su amor Pocahontas, quien ha sido comprada a un tío suyo para hacer de salvoconducto del asentamiento inglés, y bautizada como Rebecca.
Hundida tras la (falsa) noticia de la muerte de John Smith, pronto será pretendida por otro caballero inglés, el potentado cultivador de tabaco, John Rolfe (Christian Rolfe), de quien poco a poco se va enamorando hasta crear descendencia.
Un día, durante una estancia suya en la corte británica por expresa petición del rey Jaime I de Inglaterra, se enterará de que el capitán John Smith aún vive. La confusión hace que incluso su marido le concierte una cita con el propio Smith para aclarar sus ideas.
Finalmente desestima a Smith y sigue con su buen marido y su hijo.
Pocahontas morirá posteriormente víctima de la pneumonía con la esperanza y alegría de saber que su hija y su marido le sobrevivirán.
Las intenciones iniciales de la expedición británica son las de su simple asentamiento pacífico en aquellas latitudes con el legendario nombre de Jamestown, aunque pronto se darán cuenta de que las condiciones no serán nada fáciles. De hecho Newport decide regresar a Inglaterra debido a que no hay suficientes provisiones, y regresar en primavera con ellas.
Antes, ha decidido indultar a un conflictivo expedicionario de la pena de muerte, el único soldado profesional de la misma, John Smith (Colin Farrell). Y ello con la condición de hacer un trabajo en el bien de la futura comunidad; la de actuar como expedicionario en aquellos desconocidos y frondosos paisajes, a pesar del eminente peligro de asaltamiento por parte de unos indígenas que vieran en aquella expedición un intento de usurpar sus posesiones.
Una vez en marcha, pronto será apresado por el jefe indio de aquella zona, el emperador de Powhatan (August Schellenberg), cuya hija mayor Pocahontas (August Schellenberg) le salvará en última instancia de su más que posible asesinato, iniciando a partir de entonces una idílica relación simbiótica y de amor profundo.
Hasta que el emperador le decide conmutar su castigo y le manda de vuelta a su asentamiento de Jamestown. Allí le harán gobernador y pronto entrará en conflicto con sus antiguos anfitriones, los indios algoquinos de Powhatan.
Un motín en Jamestown le arrebatará finalmente el poder de gobernador, y a la llegada de Newport en la primavera de 1608, le mandan de vuelta a Inglaterra.
Ello le supone separarse de manera definitiva de su amor Pocahontas, quien ha sido comprada a un tío suyo para hacer de salvoconducto del asentamiento inglés, y bautizada como Rebecca.
Hundida tras la (falsa) noticia de la muerte de John Smith, pronto será pretendida por otro caballero inglés, el potentado cultivador de tabaco, John Rolfe (Christian Rolfe), de quien poco a poco se va enamorando hasta crear descendencia.
Un día, durante una estancia suya en la corte británica por expresa petición del rey Jaime I de Inglaterra, se enterará de que el capitán John Smith aún vive. La confusión hace que incluso su marido le concierte una cita con el propio Smith para aclarar sus ideas.
Finalmente desestima a Smith y sigue con su buen marido y su hijo.
Pocahontas morirá posteriormente víctima de la pneumonía con la esperanza y alegría de saber que su hija y su marido le sobrevivirán.