Haz click aquí para copiar la URL
España España · málaga
Voto de nachete:
7
Thriller. Terror. Acción El joven Jim Hasley (C. Thomas Howell) recoge con su cadillac a un autoestopista, John Ryder (Rutger Hauer), en una carretera de Texas. Cuando John le confiesa a Jim que es un asesino y que espera que le recojan y le lleven para matar, Jim lo deja en la cuneta y sigue adelante, pensando que lo ha dejado atrás. A partir de este momento, los dos empiezan a jugar al gato y al ratón. El asesino sigue matando y dejando pistas que inculpan al ... [+]
9 de septiembre de 2007
20 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
La metafísica del psychokiller tuvo uno de sus paradigmas más perdurables en este estimable thriller de carretera que nos descubrió que eso de recoger autoestopistas puede ser algo muy peligroso. Harmon y su guionista van más allá del simple divertimento terrorífico para anclar raíces en el insondable, incomprensible misterio del Mal, un Mal que necesita al Bien para subsistir... y para contaminarle con su diabólico poder de atracción. Rutger Hauer es un interrogante, un enigma que depara más enigmas para acabar hablando de todos nosotros. Pocas veces una relación de dependencia (por mucho que vaya disfrazada de juego macabro) había resultado tan extraña y desconcertante.

A The Hitcher hay que contemplarla desde este punto de vista, que es el que el propio Harmon subraya en incómodos momentos de quietud y reflexión que apelan a un nivel de profundidad similar al que experimentó el mismo Rutger Hauer en el celebrado monólogo final de Blade Runner. Si se prefiere prescindir de este discurso metafísico también se puede disfrutar mucho, porque The Hitcher es divertida, imprevisible y trepidante. Hay diálogos para el recuerdo, inesperadas y brillantes escenas de acción y quiebros de guión que dejan en muy mal lugar al cuerpo policial norteamericano. Además, Harmon se revela como algo más que un simple artesano al filmar con imaginación y maestría una de esas raras películas ochenteras que, como Near Dark de la Bigelow, supieron aunar trascendencia y entretenimiento de género sin perder los estribos. De un culto merecidísimo.

Lo mejor: Rutger Hauer.
Lo peor: la música de Isham, un tanto demodé.
nachete
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow