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Costa Rica Costa Rica · CARTAGO
Voto de CINELOCURA:
8
Thriller. Drama Estados Unidos, década de 1970. Seguimos a Jack durante un período de 12 años, descubriendo los asesinatos que marcarán su evolución como asesino en serie. La historia se vive desde el punto de vista de Jack, quien considera que cada uno de sus asesinatos es una obra de arte en sí misma. (FILMAFFINITY)
24 de diciembre de 2018
35 de 49 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nuestro mini review de:

La casa de Jack (2018)
Lars Von Trier
Dinamarca

Estados Unidos, década de 1970. Seguimos al brillante Jack durante un período de 12 años, descubriendo los asesinatos que marcarán su evolución como asesino en serie. La historia se vive desde el punto de vista de Jack, quien considera que cada uno de sus asesinatos es una obra de arte en sí misma.

Lo bueno

El regreso del cineasta danés es todo lo que se espera de él, es todo lo que anhelan ver los que lo siguen como un hijo prodigio del cine y también es todo lo que hablan los que no aguantan su discurso de Narciso y su filosofía en versada. Eso es Lars, el negro y el blanco a la vez, y La casa de Jack es una prueba más de eso, de la dualidad de un cineasta que es único y posiblemente será así por los tiempos de los tiempos.

Matt Dillon da su mejor actuación, o por lo menos la que mejor ha visto este servidor, su personaje es arcilla en manos de un cineasta que plasma sus manías y perversiones en él, y Dillon le cumple sin chistar, lo mejor en el caso del desarrollo del personaje es que nunca hay un juicio netamente moral desde el autor si no desde un némesis en off (maraviloso Ganz) que reflexiona y debate todo lo que el personaje central parece dejar en claro.
¿Quién es este segundo personaje?, la policía, la conciencia, el bien, la muerte o el diablo. A cada uno le tocara decidir.

Ya sabemos que Trier es un creador visual fascinante, y no particularmente porque le interese detenerse en crear una fotografía preciosista o un montaje que calze con los ejes o narrativa, posiblemente Trier es el único cineasta en el mundo capaz de componer y descomponer todas las “reglas del quehacer del cineasta” en una película y hacer que eso funcione.

Como siempre la música es punto alto en sus películas, ya sea como eje acompañante o factor distante de la parte visual.

Como suele suceder con el cineasta, la película está dividida en capítulos , y para este servidor la genialidad del último capítulo es lo que hace aguantarnos todo el tour sádico del protagonista. Ese capítulo final es tan genial y disperso como la mente creadora del danés.

Lo no tan bueno

Inocentadas fatales que quieren sumarse a un humor negro no tan funcional (tal vez por el tema que representa), la visible misoginia a sus personajes femeninos como carne de cañon y la facilidad de burla a un sistema legal que es un chiste. Claro entendemos que todo es parte de la broma cruel, pero es excesivo.

Aunque los diálogos son realmente interesantes y van crear todo el debate que podamos esperar de un filme de este calibre, aquí hay un exceso “verborrea filosófica” que si tal vez nos deja ver el pensar de un personaje atormentado no nos da grandes indicios o descubrimientos, digamos que es algo que ya se ha visto mejor en otros filmes o series.

8/10

Opinión Final: Moralmente inadecuado, enfermizo, sádico, no tan violento como se esperaba eso sí, porque la mayoría de lo incorrecto moralmente está en lo dicho no tanto en lo hecho. El filme es como aguantarse la cansina verborrea narcisista de su autor y raros afines para disfrutar de algunas secuencias visualmente mágnificas, casi escritas por Dante y Andréi Románovich, porque no hay nada de justificable en la atrocidad de algunas cosas contadas en el filme, pero de alguna manera ese capítulo final, remide y pone cinta a tanta palabra adornada, para saber que todos y a su modo tienen el final que merecen. Al final es Lars, para bien o para mal.
CINELOCURA
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