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Argentina Argentina · S.A. de Padua
Voto de Vespasiano:
5
Drama. Intriga. Thriller El periodista Nick Elliot (Cary Elwes) alquila una habitación a un matrimonio adinerado. La hija de la pareja, Darien (Alicia Silverstone), de sólo 14 años, se fija en él y empieza a flirtear con él. El rechazo del joven hacia la sexy muchacha hace que ésta se obsesione peligrosamente con él. (FILMAFFINITY)
24 de enero de 2009
17 de 25 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los norteamericanos tienen una fascinación morbosa por el "mal sexual" porque son el producto generacional y residual de una arcaica mentalidad puritana, que ha llevado la represión libidal a extremos insospechables; que me parece, los europeos y latinoamericanos, no llegamos a entender del todo. No hay película de terror, ni thriller psicológico en donde cobre vida algún monstruo o alguna especie de fantasma punitorio del deseo: pienso en el famoso personaje de Jason de "Viernes 13" y de películas similares, que mataban a sus víctimas antes de "hacer esa chanchada innombrable". Como regla general podríamos decir que, cuanto mayor es la represión social sobre el deseo sexual mayores son las demonios y las perversiones que ella produce. La producción artística está supeditada a ese cerco imaginario generado en una sociedad. Este tipo de películas no funcionarían -o no podrían hacerse en latinoamericana, por ejemplo- porque la represión sexual sobre los adolescentes es mucho menor; y porque no existe un grado tal de beatificación ni de idealización angelical sobre las adolescentes, como más de una vez hemos visto en infinidad de películas o a través de conversaciones con norteamericanos.
Esta película ha creado uno de los mayores monstruos del cine contemporáneo de los adolescentes: LA NIÑA MALVADA obsesionada SEXUALMENTE por los pobres hombres mayores de edad. Es curioso que en esta película, el protagonista "cobre la razón" sólo cuando comprende de que está ante una menor de edad... y del peligro que esa relación conllevaría. Las inverosimilitudes de las acciones llevadas a cabo por Alicia Silverstone, en esta película, hace que la misma caiga en su puntuación, pues de un arranque muy prometedor y bastante bien planteado, se llega finalmente a un desenlace completamente ridículo... y hasta risible.
Sólo le faltó a Alicia Silverstone hacer conjuros, invocar al diablo y ser acusada por la Santa Inquisición de organizar orgías diabólicas bajo la pena de ser quemada en la hoguera.
Vespasiano
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