Se la puede definir como un libro de auto-ayuda con una estética muy pop dirigido a los adolescentes y en definitiva, pese a que inicialmente parecía otra cosa, se quedó en eso, más allá de cierta crítica muy edulcorada a la educación escolar, las relaciones padres/hijos y a la urbanización contemporánea.
En un momento se puso interesante cuando pareció tomar ritmo de videojuego, pero sólo fue un amague, se quedó en las intenciones.
Las actuaciones son correctas, excepto las de los adolescentes compañeros de la protagonista que son muy poco creíbles, aunque parece que el guión contribuyó a esto.
Lo rescatable es que está muy bien filmada, con planos y secuencias bien logrados.