Podemos entender que un director escoja una de zombis para iniciar su carrera. De entrada sabe que se granjeará la curiosidad de la legión de seguidores de ese segmento dentro del terror. Además, a través de elementos como un buen trucco, podrá dar vistosidad a algo que, en principio, carece de originalidad. Otra cosa es cuando ya estás en la cumbre o quizá en un incipiente descenso. En ese momento es cuando tienes que lograr una obra quasi perfecta, so pena de rozar el ridículo. En mi opinión esto es lo que ha ocurrido al gran Jim Jarmusch, y es que al autor de obras del calibre de Broken Flowers, Only Lovers Left Alive y Ghost Dog se le tiene que pedir algo más.

Se queda en el camino, añadiendo al manido tema de los zombis toda una retahíla de chistes fáciles y ramplones típicamente yankees, que no es que molesten, si no que los hemos escuchado infinidad de veces.

En Centerville, una pequeña villa de Estados Unidos, un extraño acontecimiento hace que los muertos vuelvan a la vida. Las autoridades locales intentaran dar con la explicación.

Hemos empezado un poco fuerte, así que vamos a suavizarlo un poco destacando las cosas positivas del film, que las tiene. De entrada la original génesis del holocausto zombi que se origina, con la particularidad de que solo ocurre en el pequeño pueblo de Centerville. Ese microcosmos estalla por los aires con los no vivos recorriendo todos sus rincones y apareciendo donde menos te los esperas. Entre ellos algún personaje ilustre que, por cierto, no necesita mucho maquillaje.

Aparte de las interpretaciones, en el apartado visual destacar la precisión milimétrica de las escenas que van apareciendo en la pantalla, como es habitual en las obras del director estadounidense, siendo la fotografía a cargo de Frederick Elmes una de las razones de tanto virtuosismo.

En cuanto al gore, stunt y efectos especiales, son elementos que se han utilizado sin mucha estridencia, lo cual es de agradecer, omitiendo las ya cansinas y excesivas salpicaduras de sangre y vísceras. Creo que no encajarían mucho en una obra como esta.

El elenco es para sacarse el sombrero, por su cantidad y por su calidad. Empezamos por Bill Murray (Lost in Traslation, Broken Flowers). Seguimos con Adam Driver (Paterson, BlacKkKlansman), Steve Buscemi (Reservoir Dogs, Fargo), Selena Gómez (Monte Carlo, Getaway), Tilda Swinton (The Souvenir, Isla de Perros), Danny Glover (Arma Letal, 2012), Chloë Sevigny (Boys Don’t Cry, Big Love), Iggy Pop (Suck, Art House) y Tom Waits (Seven Psychopaths).

A pesar de los peros expuestos, decir que pasaréis un rato divertido sin muchas más complicaciones, cosa que viniendo de Jim Jarmusch parece que sea un insulto.

https://www.terrorweekend.com/2019/05/los-muertos-no-mueren-review.html