Tras el visionado completo de las casi 5 horas y media de este largometraje (nunca mejor dicho...) a uno le cuesta entender lo benevolente que ha sido casi siempre la crítica con ella. Es verdad que hay que destacar el titánico esfuerzo de producción que hubo que poner en marcha para que este proyecto fuese una realidad, pero es decepcionante ver el paupérrimo resultado de tan magno esfuerzo.

En realidad, creo que para lo único que sirvió el rodaje del filme, fue para saciar el enorme ego del realizador italiano. Y es que pudo, en efecto, plasmar en imágenes, sin límite temporal y (casi) presupuestario, su idea global acerca de los orígenes y el desarrollo del socialismo en Italia, y por ende, en toda la Europa Occidental. Ahí es nada.

Con esta premisa, era fácil intuir que la película acabaría siendo un panfleto ideológico. Y bueno, esto en principio no tiene porqué ser óbice para hacer un buen filme. 'Octubre' y el 'Acorazado Potemkin' de Eisenstein son maravillosas, a la par que panfletarias. Y también son destacables muchas otras películas como 'Rojos' de Beatty o 'Ven y mira', de Klimov, aunque se hayan realizado a mayor gloria del bolchevismo.

No, el problema de este filme está en que ni el guión, ni la banda sonora (del casi siempre maravilloso Morricone) ni el desarrollo de la trama o de los personajes están a la altura del propósito de aquél. Tan sólo la puesta en escena está conseguida. Además, ha aguantado muy mal el paso del tiempo, viéndose hoy como una película completamente anacrónica.