No puedo valorar este film como ejercicio fílmico. Si así lo hiciera, le lloverían los palos por todos lados como así se han encargado de hacer mis coetáneos.
El notable se lo adjudico desde mis sentimientos y de las sensaciones y recuerdos que me produce cada vez que la veo. Olivia Newton-John fue la primera mujer de la que me enamore y me quito el sueño. Y no fue con Grease, fue con Xanadu.
Anduve semanas aturdido con su belleza y con su voz. Suena cursi pero es la verdad.
La película es una dulce fantasía, llena de luces de neón y estética New-Art-Deco, romanticismo ultra-almibarado y cierta decadencia por doquier. Las cortinillas que dan paso entre escenas me parecen entrañables.
La película contiene una breve secuencia de dibujos animados realizada por el antiguo animador de Disney Don Bluth en su nuevo Estudio de animación. Estos dibujos animados acompañan a la canción "Don't walk away" de la Electric Light Orchestra.
Las canciones de Jeff Lynne son maravillosas y forman parte de la banda sonora de mi vida.
Esta película me hizo soñar y solo por eso ya se merece que le otorgue un 8.
El homenaje a la época dorada de Hollywood comienza con el logo de la Universal. Es recomendable pasar una velada en Xanadu.
"Una fantasía. Un musical. Un lugar donde los sueños se realizan."