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España España · Barcelona
Voto de Juankiblog:
9
Serie de TV. Animación. Comedia. Drama Serie de TV (2014-2020). 6 temporadas. 77 episodios. En un mundo donde humanos y animales antropomórficos conviven, el protagonista de la serie es el caballo BoJack Horseman (Will Arnett), protagonista de la telecomedia "Horsin' Around" en la década de los 90. Después de años de decadencia y una tormentosa vida personal, BoJack se propone volver al candelero a través de una autobiografía para la que contará con ayuda de una escritora ... [+]
10 de febrero de 2016
61 de 70 usuarios han encontrado esta crítica útil
BoJack Horseman va sobre un caballo antropomórfico (un tremendo Will Arnett) que protagonizó una rancia sitcom en los noventa, pero que a día de hoy se ha convertido en un juguete roto de la industria que se pasa el día emborrachándose en su mansión y torturando psicológicamente a Todd (Aaron Paul haciendo de Jesse Pinkman otra vez, pero en versión animada), su compañero de piso. En un intento de volver a ser relevante, se compromete a escribir un libro de sus memorias con la ayuda de Diane (Alison Brie), una escritora apócrifa a la que dictará toda su vida y por la que no tardará en tener sentimientos que van más allá de lo estrictamente profesional.

Reconozco que cuando me enfrenté por primera vez a esta serie, lo único que esperaba era echarme unas risas durante veinte minutos, sin comerme demasiado la cabeza. Y durante los cinco primeros capítulos es, más o menos, lo que BoJack Horseman nos ofrece: una comedia ácida que alterna sutil ironía ingeniosa con chistes más de trazo grueso parodiando el star system hollywoodiense, representado aquí básicamente como una especie de zoológico en el que humanos y animales de todo tipo conviven.

Esto último crea un universo cuyas reglas no terminan de ser demasiado claras pero que dan pie a cientos de chistes y juegos de palabras (la atención al detalle es enorme, la serie se merece un segundo visionado sólo para intentar captar todos los chistes que ocurren en segundo plano) que funcionarán mejor o peor según la tolerancia hacia el humor absurdo del espectador.

En realidad al principio el tono no deja de ser muy parecido al de series como Padre de Familia —cutaways incluidos— o American Dad (por las que no tengo nada en contra, ojo), pero de vez en cuando aflora cierta pochedumbre que obliga a replantearse si lo que nos están contando tiene tanta gracia como parece.

Y llegados a cierto punto, te das cuenta de que no.

Porque los siguientes seis episodios de los doce que conforman la primera temporada carecen de piedad alguna sobre el espectador. El humor sigue presente, y sin reducir un ápice su mala hostia y sentido del absurdo —de ahí la irrupción de personajazos robaescenas como Vicent Adultman, que elevan la comicidad hasta límites insospechados—, pero pasa a un segundo plano en pos de un estudio sorprendentemente serio y sin concesiones sobre cómo funciona la depresión.

La depresión es un tema espinoso en el que rara vez he visto adentrarse a una película o serie de televisión, por no decir que prácticamente ninguna. Y me parece algo perfectamente normal. Porque es difícil. No es cinematográfico. No es entretenido. Retratar a una persona con depresión puede ser frustrante y reiterativo, por eso en la ficción suele representarse mediante la elipsis. Rara vez vemos a un personaje cuando está jodido de verdad, sino que nos saltamos ese momento y pasamos directamente a cuando empieza a recuperarse.

Por eso, centrarse en un personaje que está a años luz de la recuperación (y, de paso, de la redención) es un reto muy complicado, y más en una comedia animada protagonizada por animales, pero BoJack Horseman consigue salir airosa y sin despeinarse apenas. Y lo consigue porque tiene la virtud de saber alternar perfectamente la seriedad con la distancia irónica cuando la situación lo requiere.

Aquí tengo que reconocer una cosa: si de un tiempo a esta parte alguien me llega a decir que terminaría llorando a lágrima viva con una serie protagonizada por Will Arnett (una de las personas más divertidas del mundo) me costaría creérmelo. Pero es que ya, si encima ese alguien me dice que en dicha serie a quien está interpretando Arnett es a un caballo de dibujos animados, lo más posible es que le mandara a tomar por culo directamente.

Y no me quedaría más remedio que tragarme mis palabras ante escenas tan devastadoras y sinceras como la que cierra el onceavo episodio de esta primera tanda de capítulos. Es imposible no derramar alguna que otra lágrima. Es imposible no quedarse con un mal cuerpo increíble. Siempre y cuando tengáis alma, claro.

(Sigo en spoiler, sin ser spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Juankiblog
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