Una película estúpida, sobre sordos cuyo nexo con la gente son sus hijos, que ofician de intérpretes. Este tema con varias diferencias, fue abordada en "Mas allá del silencio" de Caroline Link en 1996. El asunto es que esta última es una historia bella y bien actuada, mientas que "La familia Belier" es una comedieta rosa y barata tan empalagosa, que causa náuseas.