Basada en la vida-infancia de Hiawatha, líder indígena de los mohawk, este cortometraje animado de Disney nos lleva a un día de caza de este legendario personaje. En su canoa, se dispone a regresar a su aldea con varias piezas, sin saber que su conciencia o su humanidad saldría a flote. Le perdona la vida a la única presa que consigue arrinconar, un pequeño conejo y luego, los demás animales, en agradecimiento, le salvarán la vida tras evitar que un oso lo devore.

La carga moral de la historia es evidente, la ayuda al prójimo que es recompensada, el amor a los animales y a la naturaleza (salvo el oso que en este caso representa lo malvado y lo furioso) o la profunda sintonía de los pueblos indígenas con su entorno.

A mi parecer, un cortometraje que flojea. La maldad del oso no está en equilibrio con el mensaje que se quiere dar (es un animal como otro cualquiera que está con su cría y de pronto monta en cólera; patinazo de David Hand) ya que le podrían haber salvado la vida de otra manera, no sé, evitando que cayese por una cascada o algo así. El caso debería ser no criminalizar. Pero hay que ser consciente de la época. Por eso, lo apruebo por poco.