Media votos
6,4
Votos
4.202
Críticas
702
Listas
12
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Mis críticas favoritas
- Contacto
- Sus redes sociales
-
Compartir su perfil
Voto de Taylor:
8
11 de septiembre de 2007
80 de 96 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dirk Bogarde interpreta la figura de Barrett, modélico mayordomo inglés contratatado por un indolente y voluble señorito de razonable clase pudiente. La misión de Barrett será verificar el correcto desarrollo de los trabajos de saneamiento y ornato de la casa, organizar y coordinar las tareas cotidianas y, por que no decirlo, hacerle más confortable y llevadera la reciente independización a su joven patricio. Ayudarle a cortar su cordón umbilical.
La fidelidad y la precisión ejecutoria del asistente irán haciendo mella en la endeble personalidad de Anthony Mounset hasta el punto de generar un dependencia tan poderosa capaz de dinamitar su relación sentimental con Vera, su prometida, y abocarle progresivamente hacia una degenerativa e inexorable pérdida de voluntad.
Afianzada en el impecable guión de Pinter, la película de Losey disecciona implacablemente la miserable condición humana de sus protagonistas, seres subordinados a sus más bajos instintos (sexo, drogas, disipación, celos, incuria y dominación). La erótica del poder trasladada al ámbito doméstico.
Un asfixiante, angustioso y demoledor drama psicológico del que gozarán los acérrimos al cine más teatral. Con un trago de whisky, eso sí, para aliviar tensiones y disfrutar de una banda sonora con excelentes fragmentos jazzísticos.
La fidelidad y la precisión ejecutoria del asistente irán haciendo mella en la endeble personalidad de Anthony Mounset hasta el punto de generar un dependencia tan poderosa capaz de dinamitar su relación sentimental con Vera, su prometida, y abocarle progresivamente hacia una degenerativa e inexorable pérdida de voluntad.
Afianzada en el impecable guión de Pinter, la película de Losey disecciona implacablemente la miserable condición humana de sus protagonistas, seres subordinados a sus más bajos instintos (sexo, drogas, disipación, celos, incuria y dominación). La erótica del poder trasladada al ámbito doméstico.
Un asfixiante, angustioso y demoledor drama psicológico del que gozarán los acérrimos al cine más teatral. Con un trago de whisky, eso sí, para aliviar tensiones y disfrutar de una banda sonora con excelentes fragmentos jazzísticos.