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Polonia Polonia · Terrassa
Voto de Taylor:
7
Acción Un grupo de camioneros forman una larga caravana para protestar contra un despótico y arbitrario sheriff que ha arrestado a uno de los suyos. (FILMAFFINITY)
13 de octubre de 2010
33 de 37 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dicen que “Bloody Sam” rodó “Convoy” completamente borracho, sumido ya en un proceso de autodestrucción física y creativa poco menos que imparable. Y dicen, también, que cuando el viejo Sam no se tenía en pie ahí estaba su fiel ayudante de dirección, James Coburn (sí, habéis leído bien), para sustituirle y no perder ni un solo día de rodaje.

Sea o no verdad todo esto, lo que resulta evidente es que Peckinpah dirigió esta peli a desgana, obligado -probablemente- por motivos pura y exclusivamente pecuniarios. Y aunque también resulta obvio que “Convoy” no es, precisamente, una de sus mejores obras, yo soy de los que siempre la defenderán a capa y espada. Quizás porque la vi de chico. Quizás porque Peckinpah es uno de mis cineastas favoritos. O quizás, simplemente, porque un servidor es de los que prefiere escuchar cien veces a Billie Holiday con una curda como un piano que una sola vez a Norah Jones en plenas facultades.

No esperéis, por consiguiente, que me cebe ni un solo instante en su pírrico guión o en la parvedad y/o tosquedad de sus rasgos estilísticos. Personalmente prefiero quedarme con la satisfacción que me produce disfrutar de una peli tremendamente entretenida en la que acción y humor se funden en un todo indisoluble. De una aventura colectiva en la que la química de la pareja protagonista (Kristofferson-MacGraw) no desmerece en absoluto la entrañable participación de los Araña, Ratón, Máquina del Amor, Pocilga, Viuda, Matarratas, Águila Calva, Tragamillas… De un atípico western en el que los caballos de antaño son ahora camiones con remolque cruzando el desierto a todo trapo. De una “road movie" en la que -no sin cierta rudeza- “valores” tan intrínsecamente peckinpahianos como la amistad, la solidaridad, la defensa de los más débiles, la misoginia o la típica obstinación de sus protagonistas siguen tan vigentes como siempre. De un inesperado éxito de taquilla, en definitiva, por el que Sam jamás hubiera dado un duro... Ni borracho.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Taylor
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